Los profesionales de la seguridad privada en España tienen que luchar contra márgenes ajustados, intrusismo y salarios vergonzosos e inhumanos, en un sector que cada vez más colabora con la administración. Hay empresas que presentan ofertas imbatibles a concursos públicos gracias a que someten a su plantilla a condiciones leoninas, para así poder tirar los precios. Es el talón de Aquiles de un sector considerado uno de los mayores empleadores del país. Se firma cualquier barbaridad. El problema es que desde la administración se adjudican a estas empresas concursos porque solo se valora el precio.
Es chocante comprobar que siendo un sector controlado, donde el factor humano determina el coste final, existan algunas empresas que licitan a cantidades que cubren los costes salariales y encima obtienen beneficios, mientras otras necesitan descolgarse del convenio colectivo para subrogar a los mismos trabajadores que ya estaban prestando el servicio en organismos oficiales, siendo estas últimas las que se quedan con el pastel. Por desgracia sería fácil continuar detallando irregularidades, precariedades, abusos etcétera. en este sector, pero nos llevaría tiempo. Debido a eso es de considerar, de extrema necesidad, hacer un llamamiento público a las instituciones competentes para que entren de oficio en la situación actual sin olvidarse de que hablamos de Vigilantes de Seguridad que velan por la seguridad de las personas, pero que necesitan, para poder realizar su labor, ser considerados, respetados y tratados como lo que son: Personas.
