Cartas al director

Peleas de gallos

Ya se otean nuevas elecciones. De nuevo nos sorprenderá la paradoja de que en nuestro país no están permitidas las peleas de gallos, porque son consideradas maltrato animal, pero sí las peleas entre candidatos, que en tiempo electoral muchos insultan y embisten al adversario. Aunque esto sea práctica usual, hay que reconocer que es poco inteligente: con esos modos la primera selección no la superan los mejores, sino los más brutos, que no es lo mismo. 

¿Es demasiado esperar que sean todos nuestros representantes políticos los que hagan uso de la razón? Porque para ejemplo de agresividad ya hay muchos animales. En el siglo XXI, el progreso tecnológico alcanzado es imponente, pero tenemos que progresar también en aplicar fórmulas políticas más correctas con el adversario, que también representa a votantes que merecen respeto. En una próxima campaña puede ser ocasión para intentarlo.