Cartas al director

Ambición, osadía, o ambas cosas

El presidente Rajoy, desde hace unos meses y cuando la ocasión es propicia, no tiene el más mínimo recato en declarar encontrarse “en plena forma” para presentarse y ganar unas nuevas elecciones, de ahí que  destacados dirigentes del partido ya han recibido instrucciones para presentar batalla al finalizar el verano contra Ciudadanos, a cuenta del polémico punto 96 del bloque de medidas incluidas en el acuerdo de investidura, mediante el cual quedó establecido que, quien haya ostentado durante ocho años consecutivos el cargo de presidente del Gobierno no podrá optar a la reelección.

Como era de esperar, el partido de Albert Rivera, desde un primer momento ha mostrado su total desacuerdo con semejante pretensión alegando que los pactos están para cumplirse, exigencia que pondrán sobre la mesa en el próximo periodo de sesiones parlamentario. No es de recibo que siendo los populares la formación más exigente en el cumplimiento de las normas, su comportamiento refleje todo lo contrario, haciendo acopio de argumentos para defender las presuntas intenciones de su líder.

Como sucede siempre en el PP, la pléyade de pelotas oficiales, unido a medios afines y tertulianos agradecidos apoyarán el proyecto  con la esperanza de que Rajoy sea candidato para las próximas generales y los obedientes políticos mantengan sus pingües canonjías. No obstante existe otro colectivo minoritario, más sensato, que sin manifestarlo públicamente se decantan por la renovación, lo que solo comentan con sus íntimos. Como es lógico y a nivel de votantes y militancia, la opinión está más dividida contemplándose otros nombres como es el caso de Alberto Núñez Feijoo y Cristina Cifuentes, y en una segunda fila, Soraya Sáenz de Santamaría, y como no, la ambiciosa Cospedal García aunque con escasas posibilidades.