Cartas al director

El mejor jugador de la historia

Me invade la tristeza, como madridista, por supuesto. Cris nos abandona. El hombre de los récords: goles, balones de oro, copas, etc. Lo entiendo pero no lo soporto. Nos quedamos sin: Esos centros en rosca con la zurda, colocando el balón en la mismísima cabeza del compañero mejor situado. Esas bicicletas con cambio de ritmo incluido que ya quisiera Cruyff. Esos regates en el uno contra uno, sin saber por dónde ibas a salir, ¿izquierda, derecha o quizá un caño? Sólo tú y los dioses lo sabíais. Ese coger las riendas del equipo bajando a la medular para repartir juego a diestro y siniestro jugando entre lineas para dar pase de gol.

Esas 435 faltas ejecutadas con maestría. Las malas lenguas dicen que anotaste 33. Una de cada diez. Ni el mismísimo Maradona. Pero sobre todo estoy triste por llevarte contigo la humildad, ejemplo para cualquier niño No deseabas tirar los penaltis por considerarlos goles ventajistas. Evitabas enseñar el prodigioso tórax que la naturaleza te proporcionó, pudiendo haberlo chuleado Festejabas los goles con abrazos eternos cuando uno de tus compañeros anotaba. Por todo esto eres el más grande. Me voy a la cama, a soñar con ese fútbol total que llevas en el ADN. Sólo soñando será realidad.