Cartas al director

Gracias Asomega, gracias a Trives

El poder de convocatoria de nuestro nuevo presidente de Asomega, el Dr. Julio Ancochea Bermúdez, nos ha traído este año a “Tierras de Trives” el día 4 de agosto. El doctor Ancochea, Julio, nuestro amigo, aunque nacido en Madrid, es un trivés de vida y de corazón. Este anhelo de homenajear en la tierra de sus mayores a aquellos médicos rurales que aquí ejercieron, le honra. Y, de manera muy especial, para mí, coruñés de nacimiento y trivés de alma y de voluntad, ha sido un honor, el haberme distinguido como miembro de Asomega para representar, en esta ya tradicional comida de verano, a aquellos compañeros que nos han precedido en un tiempo y circunstancias muy diferentes.

Es momento de recuerdos, vivencias y emociones. Así lo dije, y hoy lo quiero transcribir. Y aunque muchas cosas quedarán “en el tintero” –hoy en un PC-, no desearía que mis palabras se hubieran ido con el viento. También hoy escribo con el corazón. Todo podría resumirlo dando gracias. A Dios, en primer lugar, por haberme permitido alcanzar una edad en la que he podido – junto con Ana, mi mujer- ver crecer a nuestros hijos y nietos, y haber despedido con cariño a nuestros seres queridos, y a muchos familiares y amigos. 

Gracias a todos los presentes y a los que un día nos dejaron definitivamente. Todavía palpamos su ausencia. No puedo dejar de agradecer la presencia de autoridades y representaciones. Acompañando al alcalde de la Villa están el Dr. Santalices, presidente del Parlamento de Galicia; el Dr. Vázquez, conselleiro de Sanidade; el Dr. Fernández, vicepresidente de la Diputación ourensana, y el Dr. Rodríguez Sendín, presidente de la OMC.

Y gracias a Trives, a mi Puebla de Trives –hoy, en idioma gallego, A Pobra de Trives- . Gracias a sus gentes, a mis amigos, a los profesionales con los que compartí el ejercicio de la Medicina durante siete años. Todo lo que he alcanzado en mi vida y mi profesión se lo debo a Trives. A estos siete años que aquí vivimos. 

Suele decirse que detrás de un gran hombre está siempre una gran mujer. En mi caso no ha sido así. Lo primero, como es evidente, no soy grande, y Ana, mi mujer nunca estuvo detrás de mí. Al lado, codo con codo hemos compartido ilusiones, esperanzas, y tropiezos también. Siempre al lado, y en muchas ocasiones por delante. No en vano en la saga familiar hay tres hijos, un yerno y una nuera farmacéuticos, y ahora también ya dos nietos, y otros dos en el mismo camino. El pequeño, ya veremos, pero solo nuestra hija mayor, Ana, la primera nacida en Trives, es médico. ¿Cómo no voy a decir que mi mujer estaba por delante?

Gracias, Asomega, gracias, amigos. Después de todo, tanto, y para siempre, Puebla de Trives. Siempre Puebla de Trives.