Cartas al director

Ser o no ser, he 
aquí la cuestión

Me gustaría saber lo que se siente, cuando alguien tiene el poder de decidir sobre la vida de las personas. Conocer en mi propia piel, esa interesante, emocionante y sobre todo excitante sensación de crear para vivir.

Vivir es respirar, vivir es mirar todos los días que hacemos con la vida, y por ello esa sensación de crear para vivir, debe tratarse con la mayor responsabilidad que exista hacia los demás.

¿Los demás quiénes son? Los demás son, los que participan en crear y los que acompañaran y ayudaran a vivir.

¿Cuál el motivo real de crear? El amor sin ninguna duda. La razón tiene errores, pero el corazón nunca se equivoca. La razón es vaga y sencilla porque dicta mandatos estándar, pero el corazón trabaja sin descanso cada milésima de segundo, y ese esfuerzo hace que vivir sea una decisión muy gratificante y responsable.

¿Quién puede dejar vivir? Todos y Nadie. Todos porque vivir nace de una creación previa, creación que si se suspende voluntariamente, deja de ser de todos para simplificarlo a una decisión unilateral y personal ¿egoísmo quizás? Nadie porque solamente el suicidad NO depende de nadie precisamente, por ello el resto no tiene el derecho de la decisión de Ser o no Ser.

Ser o no ser nos obliga necesariamente a decidir en segundos, y esa decisión equivocada o no, nos perseguirá a lo largo de nuestra vida. Una vida que aunque resulte muy larga, para muy deprisa. El tiempo y los tiempos bien gestionados, ayudan a Ser o no ser, y de ahí que el dejar crear resulte ser la mejor decisión.

Ser o no ser, es una carga que tenemos la responsabilidad de llevarla sin que tropiece con la voluntad de los que no pueden decidir. Solamente en el caso de que esa decisión sea posible, podremos desprendernos de ella voluntariamente.

Dejemos crear, dejemos vivir, vivamos decentemente, pero no hagamos irresponsable nuestra decisión precipitada, cobarde e insensata por el miedo al fracaso presente y futuro.