Cartas al director

Obituario | José Ramón Sobrado Palomares, un hombre comprometido

José Ramón Sobrado Palomares falleció el pasado viernes a los 85 años, rodeado de su familia y amigos. En todos ellos deja huella un hombre con una biografía intensa y comprometida. José Ramón vivió mucho, y bien. Hombre de fe, se ordenó sacerdote e inició una trayectoria eclesiástica por diferentes parroquias de la geografía ourensana, en las que sobresalió por su cercanía con los fieles, que lo tenían en altísima estima. De profunda inteligencia y con inquietudes sociales, tuvo su papel en la lucha por la llegada de la democracia en España. Progresista, participó en la (re)instauración del PSOE en Ourense. Era 1976, y su hermano, Alfonso -periodista de potente trayectoria y que acabaría siendo presidente de la agencia EFE-, trajo a la ciudad a un jovencísimo Felipe González, líder de un partido entonces clandestino. José Ramón les abrió su casa, donde al día siguiente González daría entrevistas a periodistas de varios medios -entre ellos, a Maribel Outeiriño para La Región- antes de una comida en el restaurante O Carroleiro con gente de diferentes ideologías, todos abiertos al cambio. Personas como José Ramón, que rompió a muchos de los que lo conocieron en los años 60 y 70 con la imagen-cliché de ese cura introvertido, ausente a lo que sucedía a su alrededor. A él se le acabaría cruzando en su ruta vital Lolita. Por ella colgó el alzacuellos -fue uno de los primeros sacerdotes de la provincia que se secularizó- y se casó. Luego llegaría su hija, Rocío. Con ambas demostró lo que ya había exhibido siempre: desbordante alegría y optimismo. Un hombre que por donde pasaba se hacía querer, en una visión feliz de la vida que lo acompañó hasta el último paso del camino. Muy apreciado en Amoeiro -tenía su casa en Cornoces-, muchos de sus vecinos estuvieron presentes, junto a familia y compañeros, en el funeral en la iglesia de Santa María ayer domingo.