Un hombre de sonrisa fácil y gesto siempre agradable, Manuel Cabezas Feijóo, falleció en la tarde de ayer en su domicilio de la calle Concordia de la ciudad. Fue, además de un hombre bueno, una persona muy querida en la ciudad, donde este pontevedrés decidió pasar su vida con su esposa y sus seis hijos: Rafael, Carlos, Jaime, Marieta, José María y Manuel, que sería alcalde de Ourense entre junio de 1995 y comienzos de 2007.
Comenzó su vida profesional en la Caja de Ahorros Provincial de Ourense, una entidad bancaria que nació con él y con Ricardo Martín Esperanza (Caíto) en los bajos de la actual sede de la Diputación. En esta empresa se jubilaría, tras una vida laboral marcada por la excelencia y que llegó al fin con la tranquilidad que merecen las buenas personas. La muerte de su esposa, fallecida el 4 de octubre de 2015, fue un duro golpe para un hombre entregado a su familia.
“Un señor y un caballero que tenía la sonrisa por bandera”. Así describen quienes conocieron a Cabezas Feijóo, creyente y con una especial vinculación al monasterio de Oseira, donde ayer lamentaban hondamente su pérdida. Su familia vela sus restos mortales en el domicilio familiar en la intimidad, si bien pese a la discreción son muchas las personas que a lo largo de las últimas horas contactaron con Manuel Cabezas y sus hermanos para expresarles su pesar. Sus restos mortales serán llevados al panteón de San Mauro en Pontevedra.
El lunes se celebrará el funeral en la céntrica iglesia de Santo Domingo, en Ourense, a la una del mediodía.
