Cartas al director

OBITUARIO | Olegario Soto Rodríguez

El pasado domingo fallecía a los 82 años Olegario Soto Rodríguez, rodeado de su familia y amigos. Su mujer, Fina, sus hijos Roberto y Raúl, sus hermanos, sobrinos y nietos pensarán siempre en él como un hombre generoso, amigo de sus amigos y con una destacada presencia pública, volcado en ayudar a sus vecinos de Nogueira de Ramuín. 

Muchos lo recordarán por verlo regentando el restaurante "Olegario". Una parada obligada durante décadas en Luíntra. El negocio llegó a sus manos después de haber sido regentado por sus padres. Con todos sus hermanos emigrados, se hizo cargo del restaurante y con mucho trabajo y esfuerzo logró mantener, y potenciar, la estupenda fama del establecimiento. 

Sus allegados inciden en su capacidad de trabajo -además de hostelero, fue camionero y juez de paz en el Concello de Nogueira de Ramuín- y en su pasión por la caza, el motor y el fútbol. Precisamente fue uno de los cofundadores del club del municipio, allá por el 1983. Fue frecuente durante muchos años verlo en el campo de un club al que le dedicó muchas horas libres, y en el que vio jugar a varias generaciones de jóvenes de la zona. Esta pasión se la transmitió a su vástago Raúl, actualmente presidente de este club, que milita en Primera Autonómica. Su amor por las cuatro ruedas prendió también en su fallecido hijo Carlos y también en Roberto, presidente de la Escudería Luíntra, organizadora del rally Ribeira Sacra. 

Olegario Soto nunca estuvo en primera línea política. Pero siempre estaba dispuesto a escuchar y a prestar ayuda al que lo necesitase, sin condiciones. Amigo íntimo de José Luis Baltar, le prestó apoyo y consejo durante la larga trayectoria política del histórico dirigente del PP. 

En los últimos años, problemas de salud le obligaron a reducir su actividad, aunque siempre acompañado por los suyos, que lo despidieron en un emotivo funeral celebrado ayer por la tarde en la iglesia parroquial de Santa Eulalia de Luíntra.