Mi nombre es Lucas García Vizcaíno y vivo (afortunadamente) en la parroquia de Guamil (Baños de Molgas). El pasado sábado día 22 de agosto, sufrí un ataque por parte de las habitantes de un avispero, como consecuencia del cual, sufrí tres paradas cardiorrespiratorias, y estuve prácticamente fallecido durante casi 12 minutos.
Hoy es el día en que, encontrándome mejor, entiendo que es necesario que muestre mi agradecimiento a todas las personas que han hecho posible que escriba esta carta.
En primer lugar, quiero acordarme de las personas que llamaron al 112; de Nerea, Lourdes y Ricardo (gracias por vuestro esfuerzo), así como al alcalde de Baños de Molgas y, como no, del personal del helicóptero y Protección Civil que, junto con el Dr. García, hicieron que mi traslado al hospital fuera lo más rápido y seguro posible. Quiero que todos sepan que siempre los recordaré como mis ángeles de la guarda.
Por supuesto, también quiero agradecer el trato recibido por parte de todos los profesionales tanto de la UCI, como del resto del Hospital de Ourense. Gracias por vuestra ilusión y buen hacer. A pesar de los recortes, falta de personal, etc… entiendo que no debe haber queja alguna de un personal que se deja su vida para que los demás conservemos la nuestra.
Un saludo a todos de Lucas “el Resucitado”.
