Cartas al director

Contestación fiscal

El pasado 19 de mayo se recogieron unas declaraciones del fiscal delegado Julián Pardinas en este medio de comunicación acerca de los episodios violentos en el seno familiar. Afirmaba que "muchos de los conflictos que originaban la violencia familiar en personas con enfermedad mental era por una falta de respuesta adecuada por parte de los servicios sociales y sanitarios". Hacía alusión a que cuando los pacientes dejan de tomar la medicación peligra la paz familiar y la integridad física de la familia, o que "en ocaciones los familiares deben de dormir en habitaciones acorazadas".

Sobre lo manifestado quiero hacer determinadas consideraciones:

1.- He comprobado una vez más con que facilidad se sigue sensibilizando a la masa social con tópicos como es asociar violencia con enfermedad mental. Sin embargo es la violencia doméstica la que suele conducir a un problema de salud mental y también las personas con problemas de salud mental son las que tiene más probabilidades de sufrir episodios de violencia doméstica. Esto no lo digo yo, lo dicen 41 estudios realizados por un amplio equipo internacional de la Universidad de Bristol entre otros muchos estudios que aseguran precisamente que si hay a alguien a quien proteger es precisamente a los pacientes psiquiátricos de la violencia doméstica.

2.- La inmensa mayoría de conductas violentas en pacientes psiquiátricos son dirigidas hacia uno mismo. En nuestras consultas diariamente se comprueba como tendencias suicidas, consumos de tóxicos o episodios psicóticos suelen ser provocados desde la violencia y el maltrato. Quiero reseñar lo que supone la violencia doméstica para el riesgo psicológico presente y futuro de los menores de edad que acaban acudiendo o no a las consultas de infanto-juvenil.

3.- La violencia es un fenómeno interpersonal, social, multicausal e infrecuente en los ciudadanos con enfermedad mental