Cartas al director

Padre Damián, amigo

La Casa del Padre recibió con alegría la llegada del que durante muchos años fue una persona que practicó el Ora et Labora con fidelidad al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo... Incardinado en el Monasterio de Oseira, aunque no era gallego, trabajó en su reconstrucción, siendo además quien creó una biblioteca donde se guardan todos los saberes.

Tuve el placer de tratarlo y él reciprocamente corresponderme con su amistad y sus llamadas telefónicas, cuando alguno de mis artículos en La Región lo hacía feliz.

Era una persona buena, coherente con su religiosidad quizás no muy acorde con el Concilio Vaticano II, lo cual no impedía que su rocosa fe se desviara de la verdad que predicó el Maestro de Nazaret. ¡Cuánto le debe Ourense a quien en e1 "Escorial de Galicia", supo atender a quienes quisieron hacer uso de esa biblioteca maravillosa, que conservan esos muros, en los que se practica la oración, el trabajo!

Le conocí cuando S. A. R. Don Carlos Hugo y su esposa Doña Irense visitaron Oseira en su viaje de novios, siendo recibidos por toda la comunidad cisterciense con afecto. Y seguí cultivando mi amistad con su siempre aprecio, y hoy al conocer su viaje eterno a la Casa del Padre, rezo por él, en la seguridad que él está en ese Cielo que el Creador tiene reservado a quienes como el querido padre Damián nunca desfallecieron con su Ora et Labora.