Desde hace unos años, la juventud ha perdido los modales. Se ha perdido el respeto que se tenía antes a todas las personas mayores que nosotros, ¿Pero de quién es la culpa?
Cuando era pequeña, mis padres eran quienes me educaban y la escuela era un sitio donde aprender cosas nuevas. En casa me enseñaron a agradecer y pedir con permiso, a callar cuando es necesario, hablar cuando sea oportuno, me enseñaron a respetar a la gente mayor, escucharles y ayudarles y sobretodo me enseñaron la diferencia entre el bien y el mal.
Ahora todo esto ha pasado de moda. La gente se extraña cuando pido las cosas “por favor”, les hablo de usted o doy las gracias. ¿Qué nos está pasando?
Los modales han pasado de moda. Ya no se lleva ser educado y respetar, nos lo deja muy claro la televisión, dónde cada vez hay más programas de entretenimiento, dónde la gente malhablada y sin estudios se convierte en colaborador de un programa de éxito.
Algo estamos haciendo mal. El respeto y los modales no se pueden perder, porque sino nuestra sociedad estará perdida. Recordemos todo lo que aprendimos de pequeños, seamos agradecidos, porque con un grano de arena, podemos cambiar este mundo.
