Cartas al director

Además de la transparencia

Nos presentan la claridad y transparencia en la gestión política como la medicina capaz de curar todas las deficiencias. Sin duda, que los ciudadanos tenga noticia fiel de las diversas medidas adoptadas es una política necesaria, pero insuficiente. Además de conocer los hechos, repudiables o no, son necesarias al menos dos condiciones: mantener una conciencia crítica para rechazar los hechos juzgados como nocivos y ofrecer alternativas con posibilidades de estabilidad y éxito.

La sociedad del capitalismo actual, al mismo tiempo que crea la necesidad de la información y de la transparencia genera el miedo a la información y en consecuencia le ocultan los hechos, y cuando ya no se puede los acomodan a sus conveniencias, los tergiversan. Esta inestabilidad “natural” en la política de la información ha sido diagnosticada por muchos científicos sociales, de uno y otro espectro ideológico.

Para superar la información falaz no es aconsejable cerrar los factores que facilitan la transparencia; el método más eficaz es desarrollar la “conciencia crítica” de los ciudadanos. El crítico no suele recibir premios por su crítica, con frecuencia se desarrolla una política de descalificación y de deformación del informador. Hoy el Estado no siempre es capaz de controlar las agencias de infundios.

El otro gran obstáculo a la transparencia es la falta de libertad para el acceso a la información. La limitación para acceder a toda la información crea inseguridad, abulia, que en la política significa inoperancia y narcisismo en la cúspide del poder.