Cartas al director

¿Qué empleo?

Uno de los distintivos del llamado “analfabetismo político” es la incapacidad para interpretar la realidad social. En una sociedad tomada como base la información de la realidad social, comprenderla es decisivo para tomar decisiones y orientar el voto. Los políticos y sus asesores son conscientes de ello y juegan con la desinformación “informada” de los ciudadanos para elaborar sus estrategias.

El peor problema es el analfabetismo político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. El analfabetismo político presume de su ignorancia, de su desinforrmación informada. Sino forma parte de la solución es que su con desinformación es el problema
La agenda neoliberal del gobierno ha venido dibujando tres líneas de modificación del entramado económico y social institucional: la desregulación del sector financiero, la flexibilización del mercado de trabajo y un ambicioso programa de desmantelamiento del Estado de Bienestar.

Desde la perspectiva de los asalariados este conjunto de cambios de carácter flexibilizador  supone la pérdida de instrumentos adquiridos en las décadas precedentes, que confería para ello una relación laboral más estable.

Frente a la “información” abundante y reiterativa del incremento de la creación de empleo con indicador de la salida de la crisis, existe otra información sobre la calidad del empleo: es un empleo inestable, ocasional y mal pagado y con frecuencia no responde a la cualificación profesional que ostenta el trabajador. Mejor es éso que nada. Dice el asalariado con necesidad de sobrevivir. Pero ello no sirve para elaborar un proyecto vital de estabilidad y de progreso al trabajador ni a la familia cualquiera que sea la modalidad.
Solo dos de cada tres asalariados tienen empleo fijo y a jornada completa. El elevado grado de rotación laboral que tiene España no sólo tiene que ver con su elevado nivel de temporalidad, sino también con la inestabilidad de sus empleos indefinidos. Los esfuerzos presupuestarios para fomentar el uso del contrato indefinido no han tenido el resultado apetecido. Los empresarios no tiene demasiado interés en utilizar subvenciones, sobre todo si ello supone introducir rigideces al tamaño de su plantilla.