Cartas al director

Necesitamos más héroes que no agachen la cabeza

Leo este viernes con mucho alegría a Chito Rivas en su “Testemuñas da memoria”, Chito siempre habla desde el corazón, pero en esta ocasión se le nota que le sale de lo más profundo del alma.

“Nunca agacharon a cabeza”, unos héroes, la esencia misma del deporte. Unos valientes que disfrutan del baloncesto, de sus amigos, sin bajar la cabeza pese a los resultados.
Y me alegra especialmente leerlo por que uno de los protagonistas es mi Pablo, permite Clara que haga un poco mío a tu hijo. Si alguien me pregunta por un recuerdo especial, una temporada, un partido, una canasta de las muchas que he podido vivir en mis años con el baloncesto de base, hay una que sobresale sobre todas, que me ha marcado y me viene a la memoria día sí día también. Campo de la Aneja, partido de mini, y una única instrucción: jugamos todos para Pablo. Y ese balón llegó a sus manos, y sin dudarlo tiró y metió su primera canasta.

Inmensa alegría, compañeros abrazándolo, yo saltando de alegría, como si hubiésemos ganado la final de la NBA. No sé si ganamos o no ese partido, no me importa, lo importante era que Pablo había encestado, y todo su trabajo, sus ansias de superación y la generosidad de todos sus compañeros habían dado sus frutos. Después vendrían más canastas de Pablo, que me enseñó que era un increíble tirador, pero esa primera canasta de Pablo siempre será especial y la llevaré muy grabada en mi corazón.

Qué distinta esta actitud a la de otros y otras que conozco, padres y niñas “campeonas”, que si no hay victoria, que si no es en primera división, no les sirve de nada ni les parece digno. Y partido tras partido, temporada tras temporada se amargan y amargan a sus compañeros. Y llega el iluminado de turno que vende humo y promete cosas que muy pocas veces se cumplen, “ven conmigo y tu hija jugará en gallega y llegará a campeona”. Y caemos en sus cantos de sirena, ya que a todos nos gusta que nos alaguen el oído. Victoria o victoria, no se les da más opción.

Por eso testimonios como el que nos narra Chito dan un aire fresco, devuelven la pureza y alegran el corazón de los que seguimos siendo unos románticos y creemos en los jóvenes y en el deporte. Muchas gracias Chito, y enhorabuena por la parte que te toca. Heroes como estos son los que necesitamos día a día.