Cartas al director

La yincana ourensana

Hace unos días andando por el paseo y vi caer a una elegante mujer en el cruce con la calle Concordia al resbalar con una gran defecación de perro. Andar por las calles de Ourense se ha convertido en una Yincana o más bien Yincanina, por culpa de los perros: sus heces como minas, sus orines corroen el mobiliario urbano y las correas que los atan a sus dueños son las concertinas que debemos evitar. Y por supuesto todos los jardines se han convertido en baños caninos.