Cartas al director

Políticos

Antaño todos querían ejercer el sacerdocio y ahora todos tienen vocación de políticos. La caja fuerte ha pasado de las rectorales a los consistorios. Se presenta una nueva batalla electoral para hacerse con el manejo del dinero público. Contarlo y malversarlo no crea callos en las manos, por eso los aspirantes a la alcaldía tienen las manos tan suaves.

Las callosidades están en las manos de los contribuyentes. Así pues en una ciudad con tanta miseria hambre y necesidad que ellos han provocado, lo más honrado seria el autodestierro pero nuestros políticos en un acto mas de cobardía se agarran al engaño, a la hipocresía y al cinismo. Desde mi humildad invitaría a nuestros lideres a vivir sino como ourensanos como personas. Todos saben o que é o pan pero ningún sabe o que é o arado, e menos o sufrimiento das vacas.