Cartas al director

Verdades que duelen

Por determinadas circunstancias, muchas personas ajenas a la situación de acoso escolar que he vivido, se muestran extrañadas al leer los artículos que escribo expresando con total libertad como viví yo esta terrible experiencia y lo que opino acerca de ello. Algunas de ellas exponen que no entienden como sufrí bullying en nuestro antiguo centro escolar, ya que todos los compañeros éramos una piña, y no se acosaba ni se daba de lado a nadie. Esta es una realidad totalmente incierta, ya que yo y muchas personas más hemos sufrido acoso escolar y menosprecio por nuestros compañeros durante mucho tiempo. A veces, es muy fácil hablar y criticar a alguien, cuando no se vive algo como esto.

De igual forma, algunos de mis docentes y de las personas que se dedicaban a molestarme, se muestran resentidos y se resguardan bajo la piel de cordero desmintiendo, histéricos, lo que expongo o escribo acerca de como yo y otras personas hemos vivido este problema.

Lo que ocurre de todo esto, es que a pesar de que intenten tapar, maquillar y contradecir esta situación, al igual que hacen la mayoría de los centros cuando se da algún caso de hostigamiento escolar, que saque a la luz la verdad y se muestre tal y como es, es algo que además de molestar, duele bastante.