El actual contexto económico ha dado pie al debate sobre el futuro de las pensiones, ya que la esperanza de vida crece y la natalidad disminuye, con lo que el actual sistema es cada vez menos sostenible, ya que el mercado laboral no se dinamizará si no hay población joven, o sea, que demografía y pensiones van de la mano, y las previsiones demográficas no son muy halagüeñas. Si ya en los últimos años los pensionistas han crecido en más de un millón, en 2040 se supone que habrá un 100% más que en 2010. Claro que este escenario también se da en otros países, pero en algunos como Suecia o Finlandia, la situación es más optimista, ya que tienen una mayor tasa de natalidad, pero los países más envejecidos han planteado reformas en sus sistemas de pensiones para adaptarlos a la situación económica. Así algunos analistas creen que España debería adoptar el modelo sueco, pero para eso, el fomento de la natalidad es una condición previa, ya que si bien nuestra esperanza de vida es parecida a la sueca, la fecundidad en España no alcanza la que tienen allí, y los gobiernos españoles no fomentan políticas de ayuda a las familias, ni siquiera en este año que es electoral.
