Cartas al director

Hablando de niños

Amar a un niño es una cosa, pero amarlo en la estructura familiar necesaria es otra, de ahí que el "matrimonio para todos" sea un eslogan vacío, ya que los deseos individuales no bastan para cambiar una institución social. El matrimonio no es el reconocimiento de una relación amorosa, sin que es la institución que articula la unión de un hombre y una mujer como parte de una sucesión de generaciones, o sea, que el efecto y el sentimiento no bastan, ya que al niño necesita de su identidad y saber a quien se parece. Más aún, necesita saber que es el fruto del amor entre su padre y su madre y por la diferencia sexual que existe entre ellos, o sea, saber de donde viene, porque la paternidad se funda en la distinción entre hombre y mujer, y el termino "padres" no es neutral, incluye la diferencia sexual. El deseo de tener hijos no crea el derecho a tenerlos, así, los partidarios de la adopción por parejas homosexuales olvidan que el niño es una persona, y que por tanto no es lícito hablar de derecho al hijo, porque el niño no es objeto, es sujeto de derechos.