Llegan los datos de Caritas y vemos como la desigualdad está marcando cada vez mas a una sociedad que está haciendo crecer la pobreza real, ya que el retrato del trabajador medio que hasta hace poco te cruzabas en la calle a las horas punta, ahora se ve en las esquinas o dirigiéndose a los comedores sociales. No son vagabundos sino personas a quienes se les nota un cierto nivel de instrución, pero que fue cayendo con el paso del tiempo y el fin del desempleo.
Así, una parte de lo que había llegado a ser considerado clase media, ya no existe, por lo que no se entiende los pueblos vacios, con tierras fértiles sin cultivar, cuando está claro que del campo sale todo lo que comemos, y en cada lugar hay unos recursos para explotar y producir si se canaliza el esfuerzo productivo.
