Cartas al director

El No de Grecia y la Edad Media

El calor del verano, como siempre, asfixiante, los termómetros rondaran hoy los 40 grados (dicen)..., “normal para esta época no haces más que quejarte”, manifiesta una Ana cansada de lo de siempre, de lo mismo, la rutina del ciudadano Javier, atento, por decir algo, a la caja tonta, a la recién comprada televisión, una más, para estar al tanto de la actualidad, respira, suspira más bien, un día más. ¿Con qué nos pretende hipnotizar hoy la dichosa caja tonta? Nada más y nada menos que de la catarsis que el NO de Grecia, sí, ese mismo, ese país que según la prensa alemana, y demás coro de líderes europeos, son vagos, mentirosos, derrochadores, y ladrones, esos mismos que según la patética y triste máquina repetitiva de Rajoy nos vende como un país que está obligado a pagar lo que debe, sin importar el pueblo, el ciudadano, el europeíto de a pie, sus penalidades, sus miserias, su fracaso, como hace la España de Mariano, se olvida claro está de Barcenas,de Caja Madrid, de Caixa Nova, Caixa Galicia… de Gurtel de la infanta, perdón, ya no es tal aunque los privilegios sean los mismos, Valencia, Rita Barberá, etc, etc, etc.

Mientras, así como en la que parece lejana Edad Media vendían el pecado, el infierno, el fin del mundo a todo aquel que no respetase el orden establecido, que se rebelase contra el señor feudal; al igual que en una dictadura, los que luchan contra la misma son malhechores, delincuentes, terroristas...; ahora, curioso, surge el caos griego, el cierre de bancos, de la bolsa... el apocalipsis, fruto de todo aquel que se atreva, que se le ocurra, negar la autoridad del poder económico, esto es, de las grandes multinacionales, de las grandes fortunas que rigen nuestros sistema, nuestro día a día, nuestros simples momentos, como este, en el que Ana, Javier, sencillamente, degustan una simple comida, un día de verano, con 40 grados.

Mientras, Javier decide, ya cansado, apagar el televisor y como no, ver en internet unos folletos sobre Grecia, planificando ya un viaje a este país que se atreve a desafiar al orden económico establecido. Simplemente por eso merece el respeto de este simple ciudadano, de este europeo que empieza a dudar si no está ya totalmente convencido del engaño a que nos están sometiendo día a día, momento a momento. Mientras fuera, hoy llegaremos a los 40º grados, da igual, es la época estamos acostumbrados, estamos resignados, resignación, ¿será por esta simple palabra por lo que, nos va como nos va…?