En fecha 14/03/2018 se publica en la sección Cartas al Director una “carta, exposición, o tal vez ideología” de D. Mario Varela Pérez, cuyo título ya marca temerariamente lo que nos encontraríamos en la misma, esto es “Los nuevos pintas”. Tras su lectura, indicar a D. Mario que en primer lugar, se equivoca, está en un error al confundir una forma de vestir, una imagen, unas prendas, con los términos de higiene, limpieza, aseo, etc, algo que, reitero, es independiente de una forma de vestir.
En segundo lugar, indicar que en un sistema democrático (algo que en sus palabras y manifestaciones, parece no entender, comprender o lo que es más grave, asumir), lleva implícito que cada ciudadano tiene el derecho a elegir con su voto a quien considere más idóneo, cualificado o cualquier término que se le pase por su mente, para dirigir su destino, con sus medidas, su ideología, sus proyectos o su forma de comprender la representación de los ciudadanos. Eso supone dialogar, ceder, negociar, pactar, entenderse, llegar a acuerdos, algo que tras la lectura de su, llamémosle, “ardiente exposición” parece no percatarse o entender, considerando usted que el único sistema político que alcanza a entender es la “dictadura de las mayorías”.
En una sociedad democrática como en la que estamos (aunque a veces ante determinadas restricciones de derechos parece no ser real), el respeto hacia los demás, independientemente de su forma de vestir y de pensar, es básico, así como, por supuesto, incuestionable, algo que a usted parece molestar e incluso “indignar”. Posiblemente en el sistema político que usted parece defender, tampoco tendría cabida, una exposición como la que ha manifestado, ha expresado, por lo que ésta, así como mi presente respuesta, es una muestra, un ejemplo, un reflejo de que de momento, a día de hoy (a pesar de que intenten a todo costa impedirlo y limitarlo), todavía existe en esta democracia de “pandereta” un pequeño perfil de libertad de expresión.
Poco más que indicarle D. Mario, que sería conveniente y recomendable que mostrase más respeto hacia los demás, hacia sus conciudadanos, tanto en sus manifestaciones, en sus ideas, ideologías, forma de vestir, etc, e incluso tal vez, con el tiempo, a usted le guste y le convenza esa forma de vestir y se atreva usted con la misma indumentaria. ¿Por qué no?
