Opinión

A cada uno, lo suyo

El deterioro producido por la escasa inversión en el mantenimiento de las vías de la red estatal, las administradas por el Ministerio de Fomento que recogen el 51,7% del tráfico total y el 64,6% del pesado, ha dejado un mapa de socavones y grietas que en Ourense y Lugo ya se miden en kilómetros. En algunas, con la N-540, se rebasan claramente los límites  impuestos por los estándares de seguridad exigibles conforme a la conciencia social.

A los conductores se les reclama prudencia y respeto a las normas de circulación para prevenir accidentes. A las administraciones públicas, que las vías que tutelan estén en buen estado para idem. Si los primeros pagan o, incluso van a prisión cuando desafían las reglas , parece coherente que los responsables de las vías cumplan su parte, porque e l mal estado influye en el número de siniestros y en el mejor de los casos en las averías de los vehículos, sobre todo de aquellos que las transitan a diario.

 La Ley reconoce el derecho a ser indemnizado y la Constitución lo dice claro en su artículo 106: “Los particulares tendrán derecho a ser indemnizados por toda lesión que sufran en cualquiera de sus bienes o derechos, salvo los de fuerza mayor, siempre que la lesión sea consecuencia de los servicios públicos”. 

A cada uno, lo suyo.

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