GALICIA

Acusada de apropiarse de 1,4 millones de la empresa en la que trabajaba

La mujer, que trabajó durante veinte años en la empresa, mantiene que ella no estaba autorizada en las cuentas

La mujer acusada de haberse apropiado supuestamente de 1.477.913,33 euros de la empresa en la que trabajó durante veinte años ha negado hoy haber hecho "jamás" una retirada de dinero en el banco sin la orden expresa de los socios, que dice que "no confiaban los unos en los otros".

La sección primera de la Audiencia Provincial de A Coruña ha acogido este lunes el juicio contra una mujer para quien la Fiscalía solicita seis años de prisión por un supuesto delito continuado de falsedad de documento mercantil, con abuso de confianza, como medio para cometer, presuntamente, otro delito continuado de estafa.

Esta mujer ha relatado que trabajó durante dos décadas para una empresa de carpintería, ubicada en A Coruña, en la que su puesto era de contable, aunque hizo "de todo", en cualquier caso sin haber tenido "nunca" el "manejo del dinero".


Ha mantenido que para este asunto la empresa tenía "una asesoría contable y laboral" y ella no estaba autorizada en las cuentas.


Eran los socios -tres hermanos- los que podían retirar fondos, entre los que ha incluido cantidades de dinero negro.

"Jamás en la vida fui a retirar nada sin una firma", ha defendido sobre sus visitas al banco, que según la Fiscalía, la acusación particular y los dueños de la empresa continuaban cuando estaba en situación de baja médica.

En el sumario figuran 42 reintegros que tienen únicamente su firma, pero la acusada ha alegado que deben ir acompañados de una carta de alguno de los socios en la que autoriza a esas retiradas de dinero.

Preguntada por aquellos reintegros que no figuraban en la contabilidad que ella llevaba, ha mantenido que "si era dinero b, no figuraba; si era dinero a, sí figuraba".

En su declaración, además, ha asegurado que acompañaba a los socios "muchas veces a buscar el dinero negro que estaba en las cajas fuertes del banco".

De ese dinero salían las "comisiones" que cobraban los empleados, entre los que ella figuraba, y a las que ha vinculado, en parte, su patrimonio, elevado para el sueldo que tenía, de unos novecientos euros, según la acusación particular.


Considera que su salida de la empresa se debió a la "mala" relación entre los socios, pues ella tenía más confianza con uno en concreto y "entre ellos no confiaban los unos en los otros".


Tras su declaración, uno de los propietarios de la empresa ha manifestado que la procesada "no estaba autorizada" en las cuentas y, por ese motivo, "le firmaba un papelito" cada vez que iba al banco, un documento que las acusaciones creen que ella después manipulaba para hacer retiradas mayores de las encomendadas.

"De madera mucho, pero de números, hasta los doce años", ha reconocido este hombre, que ha dicho que la encausada llevaba la contabilidad "total" de la compañía.

Ha relatado que en diciembre de 2009, poco antes de su despido, la encontró con dinero en el banco, cuando ella "empezó a ponerse colorada y medio con lágrimas", el la llamó "cuatro cosas y no volvió" por la empresa.

Ahí fue cuando empezaron las sospechas de los socios, pues estimaron que la retirada era demasiado elevada, y concluyeron más tarde que habían faltado de las cuentas casi 1,5 millones de euros.

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