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Alarma por la proliferación de robos en iglesias en Ourense, 17 este año

Las fuerzas de seguridad instan a los sacerdotes a revisar el interior al concluir los oficios religiosos

Los robos registrados en la última semana en las iglesias de Fátima y Leiro después de que un ladrón se escondiera  dentro del templo tras finalizar la misa encendieron la alarma en la Comisaría de la Policía Nacional y en la Comandancia de la Guardia Civil de Ourense.

Esta última recomendó al Obispado que inste a los sacerdotes a revisar cada rincón de los templos tras un oficio religioso antes de cerrar las puertas y marcharse a su domicilios. Tanto en la iglesia de Fátima como en la de Leiro, los delincuentes solamente sustrajeron las limosnas que habían dejado los fieles en los distintos cepillos.

Pero las fuerzas de seguridad temen que, al igual que hicieron estos dos ladrones (en el caso de la Fátima fue sorprendido en el interior),  puedan actuar delincuentes más profesionales interesados en sustraer imágenes y objetos religiosos de valor (cálices, copones, cruces de plata y cuadros) para venderlos en anticuarios o introducirlos en el mercado negro. 

La revisión debe ser más exhaustiva, según la Guardia Civil, en los templos más céntricos de la ciudad, dado que, además de los fieles, atraen a muchos turistas, entre los que se podrían camuflar los ladrones. 

Recuerdan que las iglesias vuelven a estar en el punto de mira de los delincuentes, dado que ya fueron asaltadas 17 desde el pasado mes de enero. Y, entre ellas, están  Santa Eufemia, Fátima (2), Os Remedios, A Milagrosa y Asunción de la ciudad,  además de Castro de Beiro, Santa Eulalia de Beiro, Velle, así como la capilla de San Benito de Vilar de Astrés. En algunas de estas iglesias fueron sustraídas joyas que a día de hoy aún no fueron recuperadas, según el Obispado ourensano.

Las restantes iglesias afectadas están las comarcas de  Carballiño y Ribadavia, además del municipio de Barbadás. 

El delegado diocesano de Patrimonio, Miguel Ángel González,  insiste en la necesidad de que los párrocos y feligreses extremen las medidas de seguridad en torno a los templos para evitar robos, pero reconoce que algunos de las iglesias y capillas están alejadas de los núcleos de población y quedan desprotegidas por las noches. 

Para evitar robos, recuerda, que los vecinos suelen custodiar las imágenes y objetos de más valor en lugares privados. 

“Cambian el aspecto de las imágenes o las esconden"

La lista de imágenes y objetos de valor robados en las iglesias  ourensanas es larga. La imagen de la Virxen do Cristal de Vilanova (Celanova), del siglo XVII, y con más valor sentimental que económico. desapareció cuando fue hallado muerto de forma violenta el párroco Adolfo Enríquez Méndez en 2015.

También desaparecieron copones de un templo de Bande y en la lista que maneja el Obispado también figuran cálices de plata y oro, coronas, pendientes, collares, cadenas, ángeles de madera, un retablo, dos faroles de procesión, una cruz del altar, un cepillo de ánimas, dos cuadros de pintura, tallas de la Virgen del Carmen y de San Lorenzo, un sarcófago, una campana, un vestido y un manto, entre los más significativos.

La Guardia Civil mantienen una investigación abierta, aunque entiende que la detención de los ladrones y la recuperación de los objetos es muy difícil  porque suelen cambiarlos de aspecto para introducirlos en el mercado negro e incluso esconderlo durante años en lugares privados antes de ponerlo a la venta.

Los agentes revisan prácticamente cada mes anticuarios y negocios de antigüedades y lugares de subasta de obras de arte pero las inspecciones no dieron hasta el momento fruto. n

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