INDUSTRIA LOCAL

Las auxiliares del automóvil en Ourense acusan un importante descenso de actividad

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photo_camera Interior de Cie Galfor, del sector del automóvil, aunque no acusa cambios importantes en la producción.

La fábricas ourensanas, que emplean a 2.000 personas, sufren también los cambios normativos y del mercado del diesel 

La industria auxiliar del automóvil, que emplea a unas 2.000 personas en la provincia, está sufriendo también las consecuencias de los cambios en los patrones de consumo y la homologación de motores que afecta a todo el sector. El diesel, en horas bajas, está cediendo terreno ante la gasolina, pero hay problemas para surtir la cantidad de motores de este combustible para atender a la demanda, sobre todo adaptados a la nueva normativa de emisiones.

Las consecuencias vienen en cascada: la industria ajusta la producción a la existencia de motores y las auxiliares deben adaptarse. Las empresas ourensanas de componentes están modificando la organización de la carga de trabajo para adaptarse a la nueva situación. Excepto Cie Galfor (que entre otras piezas produce cigüeñales para las marcas más importantes del mundo), y que no acusa cambios significativos, el resto de las industrias locales están reconsiderando su carga de trabajo.

La dirección de las fábricas ha trasladado la situación a los representantes de los trabajadores y ayer la actividad industrial fue muy escasa, nula en alguna fábrica. Roberto Garrido, coordinador de la sección de automoción de Comisiones Obreras, alude a que las paradas han sido programadas "por falta de trabajo".

De hecho Faurecia, una de las más importantes del sector, proveedora de primer nivel de Renault y el Grupo PSA (entre otros), estuvo ayer sin actividad "y hay siete paradas más previstas para este mes", indica Garrido. Incalplas o Megatech también pasaron la jornada sin producir, según los sindicatos. Una de las tres líneas de producción de esta empresa que se ubica en Pereiro de Aguiar estará inactiva durante toda la semana. Fuentes sindicales confirman también que Hispaplasti (del grupo Hispamoldes) mantienen un ritmo bajo de actividad. Las empresas adaptan sus estructuras a estas circunstancias acudiendo a fórmulas habituales como días de permiso individual, vacaciones o bolsas de horas. Eso sí, las compañías no han tenido que poner en marcha medidas más drásticas como Expedientes de Regulación de Empleo ni parece que estén previstas a medio plazo.

La mayoría de las compañías que operan en los polígonos ourensanos está echando mano de las plantillas de trabajadores fijos ya que la contratación eventual para picos altos de producción se ha suspendido, lo mismo que las peticiones de contratación que se hacían a través de las Empresas de Trabajo Temporal (ETT).

Los dirigentes sindicales coinciden en que la situación se está complicando y en varias empresas se han previsto reuniones de seguimiento en los próximos días. Indalecio Gómez, responsable de la Federación de Industria de Ourense de la CIG señala que "as empresas están traballando cos empregados fixos e xa non están acudindo ás ETT debido ás paradas de actividade da gran industria, que repercute en Ourense".

Con "preocupación" se ve también desde UGT esta brusca pérdida de producción en las auxiliares de automoción ourensana. José Luis Bravo, secretario de la Federación de Industria del sindicato en Ourense confirma que los delegados en las fábricas están trasladando "una importante merma de actividad" en las firmas que se asientan en Ourense.

Mientras, desde la patronal se ha optado por no dar detalles sobre la situación. Eso sí, un directivo de una fábrica de componentes atribuye "a una realidad de mercado incuestionable y a la que la industria se tiene que adaptar, por lo tanto también las empresas que hacemos piezas para los coches". 


La industria local tiene una gran dependencia de Citroën


Las empresas de componentes de automóvil de Ourense emplean a unas 2.000 personas, según el Cluster de Automoción de Galicia (CEAGA). Se trata de un panel de proveedores compuesto por una decena de pymes (solo dos superan los 300 trabajadores) que son capaces de surtir a una veintena de grandes marcas del sector. Sin embargo, hay una gran dependencia de la planta viguesa del grupo PSA, principal receptor de las piezas que se hacen en Ourense. Problemas con el suministro de las cajas de cambio o de disponibilidad de ciertos motores están obligando a las auxiliares ourensanas a modificar su estrategia. "Cuando Citroën tose aquí ya nos acatarramos", resume José Luis Bravo, de UGT. Cita, como ejemplo, que "en Faurecia se estaban haciendo un promedio de 300 piezas al día para el modelo Picasso y en estos momentos el ritmo es de 100 diarias". Renault y Seat son otras marcas que cuentan entre sus paneles de proveedores con la industria auxiliar ourensana. También en este caso hay un cambio de estrategia sobre todo porque marcas como Seat acaban de anunciar que dejará de producir diez mil coches hasta final de año por falta de motores homologados. La factoría de Volkswagen en Navarra, por otra parte, inició ayer un ERE que durará ocho días.

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