El Oso y la Vaca fueron los únicos que se animaron a desafiar al mal tiempo y salir a la lluvia para asustar a los vecinos
Una veintena de Bonitas animaron la comida de confraternización que ayer se celebró en el local social de Sande (Cartelle) y hasta donde hicieron acto de presencia el Oso y la Vaca. Estas dos figuras, que tienen como misión principal asustar a los vecinos, fueron los únicos que se atrevieron a salir a la calle en una jornada donde la lluvia no dio tregua y obligó a las Bonitas a permanecer recluidas bajo techo toda la jornada.
"O traxe estrágase coa choiva, pero nós o pasamos igual de ben cantando e bailando aquí dentro", comentaba una de las integrantes de la asociación que trabaja por la recuperación y promoción de este Entroido tradicional.
El convite gastronómico, al que acudieron cerca de un centenar de personas incluidos visitantes llegados de Noia, Ézaro o Foz, puso el broche final a uno de los Entroidos más participativos y con varias novedades.
La primera, la caza del oso del sábado, que reunió a cerca de 80 personas en las bodegas de Mogos. El domingo, todo el protagonismo fue para las Bonitas que, además de acudir a la salida de la misa de la iglesia parroquial, se desplazaron hasta las localidades vecinas de Cartelle y Outomuro para dar a conocerse entre sus convecinos y compartir con ellos unos vinos los bares de la zona.n