economía ciudadana

Las cargas fiscales de los autónomos limitan su capacidad de desarrollo

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La carga media de un autónomo es de 275 euros al mes mínima, tanto si ha ingresado algo como si no. 

A pesar del incremento de número de autónomos en el primer trimestre del año, 418 nuevos, esta cifra ha resultado un espejismo ya que solo en el mes de julio, se han perdido 22.261 afiliaciones. 

Los motivos son muy variados, como por el fin de la tarifa plana, causa de renuncia de casi nueve de cada diez autónomos nuevos (solo el 15,5% mantiene la actividad después del fin del periodo de vigencia de la tarifa plana); o  debido a que el mercado laboral mejora y nuevas oportunidades de empleo permiten el cambio de condición social.

El reciente debate sobre el uso y utilidad de la aprobación de la tarifa plana, que en Galicia desde el año 2013 ha beneficiado a 5.551 nuevas altas, es si realmente es una fuente de creación de autoempleo o si simplemente es una forma de crear falsos autónomos.

Pero el debate de fondo es la situación del autónomo frente al empleado por cuenta ajena, sus costes sociales, fiscales, o situaciones personales.

Un reciente estudio de la aseguradora digital Muno, especializada en autónomos, nos indica el estado de vida y estilo de los 3,2 millones de autónomos de España. 

Algunas conclusiones de interés: nos indican que el 85,8% trabaja parte de los fines de semana del año. Y un 36,2% afirma que trabaja más de 10 horas todos los días. De media las vacaciones se acortan hasta menos de dos semanas al año. 

A esta situación laboral, que sin duda afecta a la vida personal de este tipo de trabajadores, debemos sumar  que solo un 10% considera que llega holgadamente a final de mes. De media la renta del salario en España del autónomo no supera los 800 euros, siendo el ingreso moda anual cercano a los 12.000 euros.

En este contexto, la carga media de un autónomo es de 275 euros al mes mínima, tanto si ha ingresado algo como si no. 

Además debemos sumar que cada tres meses se debe afrontar el pago de  las cuentas de IVA y del IRPF correspondiente a las facturas emitidas en ese periodo de tiempo. La ley establece la declaración y pago de los correspondientes impuestos sin tener en cuenta si el autónomo ha cobrado o no dichas facturas. Esta situación fiscal refleja un contexto donde el autónomo español soporta  gran presión fiscal. Según el informe Paying Taxes 2017 publicado por PxC y el Banco Mundial, las obligaciones fiscales de los autónomos y las pymes registrados en España alcanza el 49%, un 8,7% más de la media Europea que se sitúa en 40,3%. Nueve puntos superior a la media del conjunto del planeta. El sistema fiscal español ahora en debate por cuanto paga una empresa o gran empresa en el impuesto de sociedades, con valores menores de un 15%, debe ser coherente con el pequeño entramado empresarial local, que solo este año ha sido capaz de crear 129.434 nuevos empleos, además de ser fuente de autoempleo femenino (46% del total de los autónomos) y de empleo de mayores de 40 años, 72%, e incluso debemos decir que uno de cada cuatro autónomos tiene más de  55 años. 

El sector del autónomo es fuente de riqueza, acogedor de emprendedores por tanto es necesaria una nueva reforma fiscal acorde a cada tramo  y situación profesional de cada segmento del conjunto del RETA. 

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