LEB ORO

El COB se empeña en soñar a lo grande

COB
photo_camera Fran Guerra trata de taponar un lanzamiento de Maodo Nguirane.

El recital anotador de Kapelan y Mitrovic lidera a un equipo asentado entre los mejores tras ganar a un Castellón al que dominó con solvencia

El COB no admite dudas. Las pocas que genera las incinera para no dejar constancia de ellas. ¡Ay los partidos ante Araberri y el Prat! Los dos despistes de la temporada en el Pazo son los que lo alejan ahora mismo de ser líderes de la LEB Oro. Increíble para un equipo al que le ha costado desterrar la permanencia del pregón semanal de su entrenador. Por algo lo haría, porque a estas alturas que Gonzalo García de Vitoria&Cía son una de las claves de estos resultados no lo duda ni el más crítico en sus inicios por el Pazo (servidor entre ellos). 

Una de las señas de identidad de este cuerpo técnico es la fiabilidad a domicilio. Ha desterrado la pobreza como visitante de un club que lo tenía tatuado en la piel. La de anoche es la sexta de la temporada. Números de campeón.

La última la consiguió soltando las riendas. Se la jugó a meter más puntos que el contrario y lo consiguió con una suficiencia de nuevo pasmosa. Sin la contundencia suficiente para evitar agobios pero sin permitir tampoco que el Castellón se pusiese por delante. Sin la defensa que le hizo ganar hace semana y media en Oviedo al entonces líder de la liga, pero con el acierto que le permitió ganar en Palma o en San Sebastián. El COB maneja todos los repertorios y eso da miedo. Porque invita a soñar a lo grande en caliente aunque en frío lo lógico sea pensar en mucho menos.

Esta vez ganó porque es mejor que el Castellón, y de paso lo apeó de la pelea por lo que él está metido. Los locales podían salir a tiro del play off y se ducharon a tres victorias más el average.

Vivieron al inicio de la falta de intensidad defensiva de los ourensanos en el uno contra uno y de exigencia en el balance defensivo. Llevaban 34 puntos en 13 minutos y anotaron 36 en los otros 27.

Por el camino, el COB se encomendó a Mitrovic para evitar el primer arreón, en Kapelan para el 'aquí estoy yo' y en Flis para hacer bueno el trabajo previo. Guerra siempre está.

El primero se mandó un recital en el primer cuarto de los que sacan una sonrisa al representante. 15 puntos de los 21 de su equipo.

Se cansó Mitrovic y el destrozo fue mayor. Kapelan clavó cuatro triples y 16 puntos que le dieron la vuelta al marcador y al calcetín de las sensaciones. El COB mandaba y de lo Prat quién se acuerda.

Seis puntos de ventaja que se congelaron en el marcador casi hasta el final. Los locales se quedaron sin perímetro y los visitantes sin rebote. Uclés tiró del carro de los suyos y Wright irrumpió en el partido. Pero esta vez la diferencia la marcó Flis. Cuatro detalles de calidad del ruso para poner la máxima ventaja en el marcador ya en el último cuarto (62-70).

Le faltó instinto asesino al COB pero tuvo el acierto o la fortuna para que el balón clave le cayese a Kapelan y el canadiense redondease su recital y sentenciase la victoria.

Ahora Gipuzkoa y luego Melilla. Visto lo visto, ¿quién le dice al COB que no puede ser?

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