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Colleiteiro en la región del vinho verde

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La Casa de Barreiro es una histórica quinta del siglo XVII, cuya edificación principal lleva cuatro siglos en pie, aunque con posteriores obras de reconstrucción y ampliación de los siglos XVIII y XIX, que ha aprovechado la pendiente de la finca para estructurarse en diferentes alturas

El Miño nos separa y nos une de nuestros vecinos de Portugal. En materia de viticultura, son muy pocas las diferencias. Si echamos un vistazo a los cultivos de las subregiones de la DO Vinho Verde que están más próximas a nosotros, como son la de Monção y Melgaço o la del Lima, nuestro Limia), veremos plantaciones en espaldera y emparrado de variedades que nos son comunes, aunque alguna tenga un nombre diferente: Alvarinho, Trajadura, Loureiro... a nuestra Sousón, la llaman Vinhão. Luego cambia la manera de vinificar, pero esa ya es otra historia. La bodega que traemos hoy a esta sección tiene sus viñedos, unas ocho hectáreas, en la subregión del Lima, y la finca matriz al igual que sus instalaciones, en Ponte de Lima. La Casa de Barreiro es una histórica quinta del siglo XVII, cuya edificación principal lleva cuatro siglos en pie, aunque con posteriores obras de reconstrucción y ampliación de los siglos XVIII y XIX, que ha aprovechado la pendiente de la finca para estructurarse en diferentes alturas: la parte alta, es la residencial y en la baja, la bodega.  Más allá de un jardín de inspiración inglesa nos encontramos con parte del viñedo. Por su carácter familiar, lo reducido de su producción, una media de veinte mil botellas anuales y utilizar únicamente la uva de su propio viñedo, en nuestra tierra diríamos que es una bodega de colleiteiro y seguramente estaría mejor valorada en nuestro mercado, de lo que sucede en nuestro país vecino.

Mientras fermenta ya el vino de la añada de 2018, tiene embotellado lo que le queda de la de 2017: un tinto Vinhão, un rosé de una variedad autóctona de las tierras de Basto y un blanco monovarietal de Loureiro, que es la uva predominante en todo el municipio. Se trata de un vino de una gran carga aromática, ese punto levísimo de aguja que es propio de los vinhos verdes y un gusto seco, fresco y agradable. 

Quienes deseen explorar en el mundo de los monovarietales de Loureira o Loureiro, van a encontrar en este vino un ejemplo de elaboración sensata, muy equilibrada y con un sorprendente precio que, en las tiendas en las que se vende y en bodega, está en torno a los 3,5 euros. 

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