VIVIENDA

Compartir piso o seguir en el hogar familiar, la realidad de los jóvenes ourensanos

jov_result
photo_camera Jóvenes ourensanos.

"Compartir gastos con alguien lo hace todo más fácil", asegura un joven ourensano que decidió abandonar la vivienda familiar para compartir piso con otra persona

Emanciparse del núcleo familiar y vivir fuera de casa es un objetivo muy común entre los jóvenes, sobre todo entre aquellos que terminan sus estudios y empiezan a trabajar. La idea de mantenerse de forma independiente, tener un espacio propio, organizarse según sus preferencias y olvidarse de horarios de entrada o salida es un sueño para muchos veinteañeros (y cada vez más treitañeros) de la provincia. 

No obstante, marcharse fuera de casa, aún ganando un salario, no es una opción tan fácil. Por eso, algunos jóvenes deciden quedarse en sus casas familiares durante algún tiempo, para ahorrar y buscar trabajos con sueldos que les permitan emanciparse. Otros, conscientes de su precaria situación económica, comparten vivienda, para dividir gastos y disminuir así la carga de cada mes. 

Por otra parte, la opción de comprar una casa, para la gran mayoría de jóvenes, es inviable por el momento, dejándolo como una posibilidad para un futuro muy lejano. Muchos son los que se quejan de la falta de ayuda por parte de los gobiernos, tanto facilitando alquileres más baratos como preocupándose de aumentar los salarios mínimos interprofesionales.Por el momento, la realidad es que todavía no pueden hacer sus vidas independientes y todavía es un sueño la posibilidad de tener un espacio propio. 

Los perfiles: 

Alicia Araújo: "Me gustaría poder vivir de forma independiente"

Alicia Araújo acabó su carrera universitaria hace dos años y recientemente finalizó sus estudios de máster. Actualmente, tiene dos trabajos, uno, como becaria entre semana y otro, los fines de semana, pero reside en la vivienda familiar. " Si invirtiese mi sueldo del mes en pagar un alquiler, facturas y llenar la nevera, no me daría para nada más", afirma la joven. Araújo tiene muchas ganas de vivir de forma independiente, ya que le gustaría tener su espacio, pero explica que necesitaría un contrato y un sueldo más digno para poder hacerlo, algo que visualiza en un futuro lejano. Señala la precariedad de los empleos y la dificultad para encontrar un salario acorde con sus estudios como principales obstáculos: "Si estudiaste una carrera, normalmente empiezas haciendo prácticas en una empresa y, cuando las terminas, te vas a otra, también de becaria. Y así sucesivamente. ¿Cómo te vas a independizar?", se pregunta. 

Elisa Barreiros y Maikel Salgado: "O papel das nosas familias segue sendo moi importante"

Elsa Barreiros y Mikel Salgado llevan poco más de un año compartiendo piso. "Non foi unha decisión premeditada, xurdiu por comodidade, porque os dous estabamos traballando e xa estabamos emancipados economicamente das nosas familias", explica la pareja. "Non temos responsabilidades maiores, non estamos pagando letras de hipotecas nin temos fillos, o que marca a diferencia, claro. Nós buscamos un aluguer barato, e non temos problema, pero si as condicións fosen outras... Non é nada fácil manter unha familia e unha hipoteca cos salarios actuais dos máis xóvenes", comentan, y destacan la falta de ayudas. A pesar de vivir por su cuenta, recalcan la importancia del papel de sus familias en el día a día. "Sempre que imos a casa dos nosos pais dannos moitos produtos da horta, así como carnes e salsas para conxelar, e iso nótase moito, porque cada vez que vas ao supermercado gastas vinte euros, queiras ou non", explican.

Álvaro Ferro: "Compartir gastos con alguien lo hace todo más fácil"

Álvaro Ferro estudió la carrera de Enfermería en Chaves, pero al terminarla volvió a su ciudad natal, Ourense, para trabajar. Desde entonces, ha trabajado de forma intermitente, aunque nunca ha dejado de hacerlo durante un largo período. Con estas condiciones, decidió emanciparse. "Me apetecía independizarme, ya lo había probado durante la carrera y la idea me atraía mucho, así que trabajé durante un año ahorrando lo máximo posible para tener un colchón por si el trabajo fallaba, y cuando tuve la oportunidad, me mudé", comenta el joven. Actualmente reside en un piso compartido con una compañera: "Quizás podría haberme ido solo, pero el compartir los gastos con alguien lo hace todo más fácil, sobre todo al tener un empleo que depende tanto de la temporada", explica. Ferro comenta que sus padres, de alguna forma, siguen apoyándolo: "No me mandan comida, pero voy a comer varias veces con ellos cada semana". 

Iria Ares: "El precio de los alquileres es desorbitado"

Iria Ares compagina su trabajo con sus estudios universitarios en Ourense. "Me volví a casa al empezar a estudiar, porque pensé que no iba a ser capaz de mantener el trabajo, y porque tampoco podía ahorrar dinero si vivía por mi cuenta, era imposible", explica la joven. "Estoy bien en casa, aunque me gustaría vivir fuera, sobretodo después de haber vivido la experiencia, pero los alquileres están muy altos y no puedo permitírmelo", comenta. Ares también explica que vivir sola fuera de casa no lo ve posible. "Cuando me marche sé que lo haré compartiendo piso, porque lo de irme sola me parece inviable, son muchos gastos". Echa en falta un cambio en el sistema: "Estamos en las mismas que cuando nuestros padres se independizaban, y los jóvenes de ahora no tenemos las mismas oportunidades que entonces. No tiene sentido con la cantidad de pisos vacíos que hay. Y además el precio de los alquileres es desorbitado". 

Te puede interesar