Si la Xunta lleva a cabo la amenaza de multar por no limpiar las fincas, entonces también debería hacerlo no solo con los particulares, sino con todos los organismos oficiales, como el Concello de Vilamarín. Como ejemplo tenemos esta foto de la Tolda de Readegos, finca propiedad del Concello, que lleva así años y no hace caso a la llamada de los vecinos.