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La confesión y la carta, pruebas para acusar a Aniceto de dos asesinatos

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photo_camera Aniceto Rodríguez, en su primera visita al juzgado de Verín en marzo para tomarle declaración.

Su comparecencia hoy en el juzgado de Verín cierra la fase de instrucción

Aniceto Rodríguez Caneiro (78 años) acudirá esta mañana por última vez al juzgado de primera instancia e instrucción número 1 de Verín. La instrucción por el asesinato de su mujer, Isabel Fuentes, llega a su fin.

El inculpado por la brutal muerte de su esposa cuando se recuperaba en el Complexo Hospitalario de Ourense de otra agresión previa conocerá hoy en boca de la jueza Teresa Marcos los delitos por los que será juzgado en la Audiencia de Ourense el próximo año, es decir, le será leído el auto de procesamiento que ya le fue comunicado a su abogado la pasada semana. Rodríguez Caneiro será acusado por el fiscal y la acusación particular que ejercen la familia de Fuentes de dos delitos de asesinato, uno en grado de tentativa y otro consumado, lo que supone penas de prisión que superan los 20 años.

En el auto también se detallan las pruebas e indicios que pesan en su contra. En ese sentido, la jueza se refiere a las declaraciones autoinculpatorias en sede judicial ("Si dicen que a metei, será") y la carta manuscrita que apareció en el suelo de la habitación del CHUO cuando, tras asesinar a su mujer, intentó quitarse la vida. Este documento corrobora la intención del inculpado de matar a Isabel Fuentes y expresa la voluntad de ser enterrado junto a la víctima. No reconoce que la agredió en la vivienda de Pazos -"Isabel, cariño, déronche un golpe moi grande (...)"- pero sí el crimen posterior: "Non te podo ver así como estás", expresando su deseo de que sean incinerados juntos.

En la declaración indagatoria de este mañana, también se le requerirá para que preste fianza por 27. 000 euros de cara a hacer frente a la responsabilidades civiles en caso de ser condenado. Asimismo, las partes personadas en el caso tienen la oportunidad de hacerle preguntas de nuevo antes del plenario.

Tras este trámite procesal previsto en la instrucción sumarial, las partes son emplazadas para que presenten escrito de acusación (fiscal y familia) y el de defensa.

La Audiencia deniega ahondar en su cerebro

La baza de la defensa para aminorar la responsabilidad penal del inculpado es ahondar en su estado mental. Precisamente, la Audiencia provincial denegó hace unos días la práctica de pruebas forenses encaminadas a ese fin. Tenían como objeto determinar la existencia o no de patologías psiquiátricas en el momento posterior y anterior al asesinato consumado.

Aniceto Rodríguez Caneiro acuchilló a su esposa el ocho de mayo del pasado año cuando se recuperaba de un grave traumatismo craneoencefálico con un martillo cuando la víctima veía la televisión en la noche del dos de abril. El inculpado dijo entonces que habían sido unos ladrones que entraron a robar cuando el ya dormía. Pero a la Guardia Civil no le casaban las piezas y a los investigadores no le convencía esa versión de ahí que  intentasen limitar el contacto del sospechoso con su mujer en el hospital. Pero la jueza que comenzó a instruir el caso, Cristina Fernández, consideró que no había indicios sólidos para acceder a esa petición. La gran incógnita es el móvil de los crímenes en tanto que, según sus allegados, el matrimonio mantenía una buena relación. 

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