Tres derrotas seguidas, pero totalmente diferentes a las del comienzo de liga. El equipo compite, da la cara, y tiene opciones de triunfo hasta el final
Altos y bajos, victorias y derrotas, rachas positivas y negativas. Así está navegando el COB por las aguas de la LEB Oro durante esta temporada. El contraste en intenso. Los ourensanos pasaron de estar desahuciados a ser el equipo más en forma de la liga, con un aura de invencibilidad.
Ahora vuelven las duras y se dejan de lado las maduras. Tres derrotas seguidas, pero totalmente diferentes a las del comienzo de liga. El equipo compite, da la cara, y tiene opciones de triunfo hasta el final. Literalmente.
En esta ocasión salió cruz debido a una serie de catastróficas desdichas. Todo ello enmarcado dentro de un calendario especialmente exigente. Y lo será más. Por el horizonte asoma ya el Manresa, otro de los nobles de la competición.
Será una buena prueba para los ourensanos, que ya han demostrado que le pueden meter mano a cualquiera. Toca recuperar la sonrisa.