TERRORISMO YIHADISTA

Investigado un sirio en la cárcel de Teixeiro por financiar el terrorismo yihadista con el narcotráfico

La Policía vincula el mismo delito además a tres sirios, recluidos en Valdemoro, Aranjuez y Ocaña I

La Policía Nacional ha detenido a cuatro ciudadanos sirios, que ya estaban en prisión por narcotráfico y por tráfico de inmigrantes, al constatar que las actividades por las que están en la cárcel servían también para financiar el terrorismo yihadista.

Estos cuatro detenidos, de entre 26 y 42 años, fueron arrestados ya en operaciones contra el narcotráfico en 2014 y 2016 y, en la actualidad, permanecen recluidos en las prisiones de Valdemoro y Aranjuez, en Madrid, y en las de Ocaña I (Toledo) y Teixeiro (A Coruña), según ha informado el Ministerio del Interior.

Hasta esta red se ha llegado después de analizar la documentación de esas dos operaciones contra organizaciones de narcotráfico que operaban en el Mediterráneo, lo que permitió relacionarlas con actividades de apoyo a grupos yihadistas. 

No solo eso, sino que la Policía ha conseguido vincular a algunos de los detenidos con el incidente ocurrido en 2015 cuando se interceptó en alta mar el mercante Mercantile Ezadeen con 450 inmigrantes a bordo que fueron abandonados a la deriva en aguas del mar Jónico. 

Según los investigadores, se trata de un entramado compuesto por una red de empresas dedicadas al transporte de mercancías por vía marítima y que contaban con embarcaciones registradas en navieras de Siria y Turquía, que actuaban como tapadera de las actividades ilegales de la red.

Precisamente, los cuatro investigados capitaneaban esas embarcaciones y eran los encargados de controlar que la mercancía ilícita llegara a su destino, es decir, actuaban de "notarios", como se dice en el argot de la delincuencia.


El destino de la droga era fundamentalmente Libia y los beneficios obtenidos del narcotráfico se destinaban, entre otras cosas, a financiar y proveer a los grupos insurgentes de la zona


También en Libia realizaban el intercambio de cargamentos de hachís por armas, que luego eran distribuidas entre grupos terroristas que operan en el cuerno de África y en Siria.

Otra de sus actividades era el tráfico ilícito de inmigrantes desde Siria y Libia hasta las costas europeas, sobre todo de Grecia, Italia, Chipre y Malta, lo que servía también para financiar el terrorismo.


La red operaba desde 2012, en coincidencia con las crisis migratorias que se produjeron tras las llamadas "primaveras árabes" en varios países de África y Oriente Medio


Uno de los cuatro investigados en esta operación también está imputado por su presunta participación en un delito de captación y adoctrinamiento yihadista de un grupo de jóvenes internos en prisión, en su mayoría de nacionalidad marroquí.

Según Interior, estas actividades de radicalización yihadista y captación dentro de las prisiones son un motivo de alerta permanente para la Policía Nacional.

La operación se ha llevado a cabo bajo la supervisión del Juzgado Central de Instrucción número 6 y ha sido coordinado por la Fiscalía de la Audiencia Nacional.

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