Opinión

Dorsal 261

Existen personas que parecen destinadas a marcar la historia. Kathrine Switzer es una de ellas. Su nombre le dirá poco. Corrió este lunes la maratón de Boston, una de las más importantes del mundo junto a la de Nueva York. Kathrine tiene 70 años, tampoco este es un hecho muy relevante en nuestros días, aunque correr 42,195 kilómetros con 7 décadas en la espalda tiene su mérito. Pero este no es el de Kathrine.

Esta mujer pasó ya a la historia porque hace medio siglo, en 1967, se atrevió a desafiar todas las reglas e inscribirse para correr la maratón, algo que estaba vedado a las mujeres. Usó sus iniciales como nombre: KV Switzer y pasó inadvertida. Le tocó el dorsal número 261.

Le acompañaban su novio y su entrenador y se empecinó en que no se quitaría por ningún motivo el pinta labios que llevaba, a pesar de la recomendación del entrenador que intentaba disimular su condición femenina.

En el kilómetro cinco y en medio de miles de corredores, les alcanzó un camión en el que iban fotógrafos de periódicos y cuando se dieron cuenta de que una chica estaba corriendo el maratón no dudaron en hacer fotos.
 Pero en ese camión también iba el juez del maratón, un hombre mayor y conservador que no dudó ni un minuto en insultarla primero, e intentar sujetarla del brazo después para sacarla de la carrera. Fue un fotógrafo del Boston Globe el que captó esa instantánea, la foto dio la vuelta al planeta y pasó a ocupar un lugar en la lista de "las cien fotografías que cambiaron el mundo". El juez no logró apartar a Kathrine de la carrera, su novio Tom le echó hacia un lado y dejó sitio para que ella pudiese seguir y acabar la prueba. Lo hizo tras cuatro horas y 20 minutos, acompañada por un grupo de jóvenes que la vitoreaban. Ella fue la primera pero su gesta no remató ahí. En 1972 logró que muchas mujeres participaran en el maratón de Boston. Dos años después encabezó la categoría exclusiva para el sexo femenino, y finalmente en 1984, en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, logró que el maratón femenino fuese incluido oficialmente.

Ahora, 50 años después de esa gran gesta, de esa gran foto intentando librarse del hombre que le quería echar fuera de la carrera, Kathrine vuelve a correr por las calles de Boston. La foto de hoy será la de la normalidad porque serán miles de mujeres las que correrán con ella.

La foto de 1967 simboliza la determinación de una generación de mujeres decididas a no hacerse a un lado, convencidas de que ellas están plenamente capacitadas para hacer lo mismo que ellos. Kathy tuvo que demostrarlo cuando sólo contaba con el apoyo de su novio Tom y de su entrenador. La carrera de hoy es una gesta para una mujer de 70 años, la de 1967 fue la gesta de una mujer, ni más ni menos. Gracias Kathy.

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