La economía colaborativa asoma y da muestras de revolucionar el consumo

Business Colleagues Together Teamwork Working Office

Alcanza a todos los ámbitos de nuestra vida, desde dónde aparcar el coche, hacer préstamos económicos entre particulares, disponer de guías de turismo a medida en el destino turístico

El consumo colaborativo o economía colaborativa se define como una interacción entre dos o más sujetos, a través de medios digitalizados o no, que satisface una necesidad real o potencial, a una o más personas.  La traducción correcta de sharing economy sería más bien economía compartida. Dicho de otra manera: hacer negocios entre dos personas privadas sin la prestación de servicios de una empresa.

Este tipo de negocio siempre ha existido llamémosle trueque, intercambio, o regalos entre vecinos, igual que la venta de productos de segunda mano, por ejemplo los coches, o la venta de productos excedentes de la producción agraria. Pero con la llegada de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) todo se ha revolucionado y ahora podemos vender o alquilar excedentes a cualquier ciudadano del planeta. 

La idea original es que los ciudadanos trabajan de forma colaborativa. Y así nacía un producto originalmente ideado para operar de forma altruista (espacio para dormir, compartir música, o servicios de código fuente, crear una enciclopedia o compartir productos digitales, o incluso el coche). Este perfil de economía permitía a todas las partes obtener productos de forma colaborativa sin acciones mercantiles.  

De este proceso sin ánimo de lucro comercial se parte a un modelo comercial de gran éxito. Todos conocemos y seguramente hemos usado alguna de estas herramientas TIC exitosas. Es el caso de Uber (valorado en 7.000 millones de dólares), que pone en contacto a choferes privados y clientes, o  Airbnb que te permite compartir espacio en tu propio piso. Pero estos solo son algunos casos concretos. El sector, en total, está valorado en  más de 500.000 millones de euros en los próximos seis años. 

MERCADO

Por tanto, el mercado colaborativo se ha convertido en un mercado  de versión mundial donde la llamada de obtener unos ingresos extras lo convierte en un negocio de la totalidad de la población mundial.

Este perfil de empresas se han incorporado a nuestra vida diaria, y ya son necesarios para nuestros desplazamientos, nuestras vacaciones o 

en la venta de aquellos productos que ya no deben formar parte de nuestra vida. En definitiva, la nueva economía ha convertido al clásico consumidor en potencial productor y vendedor. 

Este cambio gravitatorio ha modificado todo, las leyes del mercado, la forma de actuar ante los consumidores, el tipo de nuevas empresas de intermediación o la situación de las relaciones entre empresa y cliente. En Galicia el negocio ya da muestras de crecimiento, aunque todavía está lejos de los centros de producción TIC de  Madrid, Barcelona o Valencia (comunidad con un gran potencial en expansión en este sector TIC) . 

La economía colaborativa  ya alcanza a todos los ámbitos de nuestra vida, desde dónde aparcar el coche, hacer préstamos económicos entre particulares, disponer de guías de turismo a medida en el destino turístico. En conjunto, la economía colaborativa  está revolucionando los mercados mundiales y las empresas gallegas deben coger el tren para poder acceder al mayor mercado mundial en evolución y crecimiento. 

Te puede interesar