VANDALISMO EN MONTEALEGRE

El ejemplo “verde" de la juventud

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photo_camera Nicolás, el joven que limpió en Montealegre tras los magostos.

El coruñés subió el pasado lunes a Montealegre con bolsas de basura para ayudar a "curar" la resaca de los magostos vandálicos. Es el ejemplo de la juventud más solidaria con el medioambiente 

Veinte son las bolsas de basura que ha llenado Nicolás Balsa tras la resaca del Magosto más incomprensible. Vio las imágenes de los residuos en la web de La Región y subió al monte. Allí se unieron a la limpieza chavales de 10 años. Es coruñés, estudia Derecho en el Campus de Ourense e ignoraba en qué consistía la fiesta. Aún hoy está "desorientado". "Había escuchado que se celebraba en los bosques, pero no me esperaba lo que me encontré. Desde que estoy en Ourense estoy perdido, es surrealista. En Coruña, tras la noche de San Juan, la limpieza es más dura e intensa. Aquí no sé cuándo limpian el bosque".

Su apuesta es clara, aunque no es la solución: "Cuando recogimos, para llevar las bolsas el contenedor más cercano está a 10 minutos andando, no he visto más. Poner alguno más ayudaría mucho".

Nicolás es voluntario en Greenpeace, en PACMA y en Amigos da Terra. "Hay que cambiar mentalidades. Hay jóvenes a los que les importa el medioambiente, pero a otros no. En clase he convencido a un compañero que hará el curso de activismo de Greenpeace conmigo". Con Amigos da Terra empezó a colaborar tras la oleada de incendios en Galicia. "Se trabajó mucho y pensé que sería buena idea ser voluntario de otra organización. No sé. Solo quiero aportar mi granito de arena. A mí me gusta pasear por la playa y por el bosque. Si veo basura, la recojo. Es la costumbre, es la decisión de decantarse por el medioambiente".

Para Nicolás, el incivismo cometido en Montealegre merece castigo: "Se necesitan leyes más duras. Hay comunidades como Asturias que tienen una de las ciudades más limpias de Europa, Oviedo. Es una ciudad preciosa donde no hay ni botellón", explica este joven de 21 años.

Se fija en ideas por incentivos como el reciclaje de envases impulsado por el Concello y Amigos da Terra con un simbólico pago de 0,10 euros por unidad entregada y que tuvo éxito en el magosto popular del Barbaña. "En Montealegre me gustó mucho lo que hicieron los Ecovigilantes de Franciscanas. Fueron colocando carteles de concienciación para dejar el monte limpio".

En las reuniones que mantiene semanalmente Amigos da Terra con sus voluntarios, participará Nicolás Balsa con una iniciativa. "Sé que seguirán haciéndose más Magostos en Montealegre y mi propuesta sería volver a limpiar, hacer alguna campaña".

"No sé si debería prohibirse el Magosto en Montealegre. Acabo de llegar a la ciudad, pero si ocurre esto todos los años sí que sería una opción", explica.

Por el momento, no ha animado a nadie a continuar su particular acción de limpieza en el pulmón verde de Ourense. "Subiré solo otra vez. Espero que se anime más gente. El fin de semana los niños ayudaron con sus padres cuando estaban en un magosto familiar. Limpiar es mi granito de arena. Hay que evitar el impacto ecológico de los residuos". 

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