A un partido para terminar la primera vuelta, el equipo ourensano luchar por entrar en ascenso por primera vez
Las sonrisas en los entrenamientos del Campus Ourense lo dicen todo. Las expectativas generadas antes de iniciar la temporada están superadas desde hace tiempo y el margen de mejora del equipo invitan a ser tremendamente optimistas.
A pesar de jugar mermados por las bajas en las últimas semanas (el mayor problema del equipo durante la temporada), el equipo que entrena David Monreal ha vuelto a enlazar dos victorias seguidas, ante Eibar y El Salvador.
A falta de un encuentro para terminar la primera vuelta (el que disputarán el domingo ante el Uribealdea de Mungía, sexto clasificado con una victoria menos que los ourensanos), los ourensanos son la alternativa al trío de cabeza que forman Getxo, Bathco de Santander y CRAT. Precisamente frente a estos equipos, los favoritos del grupo A, está la 'mancha' en el expediente de los ourensanos, lo que sumado al aciago día del VRAC B, en el que además de caer derrotados (13-12 tras remontar en la segunda parte) perdieron a Pablo Fernández 'Moti' y Joseph Marston (que partía con un pronóstico de un mes de baja y hace ya más de nueve que no puede entrenar por sus problemas en la rodilla), hace que se dejen siete puntos frente a los puestos de play off de ascenso de a la máxima categoría.
Una desventaja para nada insalvable, a la vista de las segundas vueltas que ha hecho el equipo universitario.
Olvidado el trauma de los partidos a domicilio de la temporada 2017-2018 (no ganaron ninguno en toda la temporada) y con la solvencia demostrada como conjunto local, los ourensanos llegan al final de la primera ronda de encuentros como el equipo que más puntos bonus ha logrado de la competición, además de ser el segundo que más ensaya y el tercero que menos recibe, números que invitan a pensar en algo más, el play off de ascenso a la máxima categoría.
