Opinión

El corazón de Quini

Hay tipos con una calidad humana que son capaces de empequeñecer los méritos profesionales por muy grandes que sean o hayan sido. Cuando se conoció la noticia de que al corazón del futbolista con más corazón se le agotaron los latidos mientras regresaba a su casa en Gijón, el sentimiento de tristeza fue unánime y sin imposturas, como sucede en contadas ocasiones, sobrevolando las fronteras del planeta fútbol. Enrique Castro 'Quini' no sólo fue un pedazo delantero que ganó cinco veces el trofeo Pichichi en Primera y dos Segunda, ascendió con el Sporting y levantó con el Barcelona dos copas del Rey (1981 y 1983) y una Recopa (1982), si no que representó la decencia que se necesita para caminar por las curvas de la vida. A Quini lo respetaba hasta la afición del Oviedo. 

Noble en el campo y con un prodigioso olfato goleador, no acostumbraba a quejarse por las entradas de un rival ni a condicionar las decisiones del árbitro. Hasta perdonó a los tres desgraciados en paro que lo tuvieron secuestrado durante 25 días en 1981 para cobrar un rescate al Barcelona de cien millones de pesetas. El cariño mostrado es la recompensa de una vida de éxitos y también tragedia, como la muerte de su hermano Jesús, portero del Sporting, hace 25 años tras salvar a un padre y a dos hijos ingleses de ahogarse en la playa cántabra de Pechón, o el cáncer que consiguió superar. 

Hace dos semanas, Quini acudió a Allariz al velatorio de Luis Cid 'Carriega', el entrenador que lo hizo debutar en el Sporting. Podía haber enviado un telegrama, pero el agradecimiento se expresa mejor a la cara. Alejandro Tesouro, compañero de la sección Bola Extra que los lunes hacemos a cuatro manos en los Deportes de La Región, llamó para lamentarse porque ese día acudió a cubrir el entierro en vez de al tanatorio. Sorprende el interés por una figura del pasado en un periodista que no había nacido cuando Quini era ídolo, pero cuando ante su muerte se cuadra el mismo Maradona o el Ayuntamiento de Gijón decide ponerle su nombre al estado de El Molinón sin que haya una sola protesta, quiere decir que eres leyenda.

Te puede interesar