Opinión

El cuento de las cuentas

Cuando Alberto Núñez Feijóo llegó a la presidencia de la Xunta en 2009, la deuda de Galicia era de 4.842 millones de euros, el 8,8% del PIB. Tras años recibiendo la palmadita del Gobierno de Mariano Rajoy por la contención del déficit y la consiguiente merma en los servicios públicos –la ventanilla de los milagros en caso de existir habría que buscarla en la catedral y no en San Caetano–, la deuda de Galicia en 2017 se situó en  los 11.200 millones de euros, el 18,5% del PIB, según reconoció ayer en sede parlamentaria el conselleiro de Facenda, Valeriano Martínez. El pufo ha crecido en más de 6.300 millones de euros desde que Feijóo está al mando y quizá tenga razón el conselleiro al decir que somos "la autonomía más estable de España", aunque él había solicitado comparecer para predicar que Galicia no va ni a acercarse al límite de déficit fijado en el 0,4%, sino que los datos provisionales lo establecen en el 0,21%.

Son el cuento de las cuentas, pero los gallegos han decidido con tres mayoría absolutas que Feijóo pilote la nave aunque vaya hacia un precipicio. Baja el paro, sí; escapan los chavales porque aquí los contratos son de coña, los salarios de risa y las pensiones de miseria, también; las empresas empiezan a cantar "menos mal que nos queda Portugal" al ritmo de Siniestro Total, al menos son vecinos; la población también decrece a un ritmo estable, pues a este paso los médicos no se quejarán por el colapso en las Urgencias sino por la falta de pacientes. Galicia va bien, insisten, pero el PP vota en contra de restituir las condiciones de los funcionarios. Fomento aceptó la petición de la Xunta para suprimir el peaje entre Vigo y Redondela. Gran noticia, para Audasa. Se compensará con otro rejonazo a la tarifa general de la AP-9. 

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