Opinión

El don de la unidad

Como en años precedentes, todos los bautizados tienen una cita con el Octavario de oración por la restauración de la unidad visible de los cristianos, a celebrar del 18 al 25 de enero. Este año bajo el lema: “Fue tu diestra quien lo hizo, Señor, resplandeciente de poder”(Ex.15,6).

Desde hace ya algunos años el Consejo Ecuménico de las Iglesias y el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos vienen encomendando los materiales de oración para esta semana de intensa plegaria ecuménica a Iglesias y Comunidades eclesiales confesionales diversas de alguna región geográfica. En este año 2018 se lo han pedido a las Iglesias y comunidades de la región del Caribe que, durante los siglos de colonización, sufrieron situaciones de esclavitud. 

La liberación y la salvación del Pueblo de Dios es obra del poder divino. También hoy el logro de la unidad solo puede venir de lo alto. El texto del libro del Éxodo (Ex 15, 1-21) permite constatar como el camino hacia la unidad tiene que pasar muchas veces a través de una experiencia compartida de sufrimiento. La liberación de los israelitas de la esclavitud es el acontecimiento fundacional que los constituye como pueblo. Y para los cristianos este proceso llega a su culmen con la encarnación y el misterio pascual de Jesucristo. Aunque la liberación es iniciativa de Dios, Él asocia a agentes humanos la realización de su propósito y plan de redención de su pueblo. Los cristianos, gracias a su bautismo, comparten el ministerio de reconciliación de Dios, pero nuestras divisiones obstaculizan nuestro testimonio y nuestra misión en un mundo que necesita de la salvación de Dios. Los cristianos necesitan de aquella unidad que haga visible el amor de Dios por el mundo. 

La actual división dentro de la familia cristiana contradice abiertamente la voluntad de Jesucristo, es un escándalo para el mundo y daña en profundidad a la causa del anuncio del Evangelio a todos los hombres. 

Dada la gravedad del anti-testimonio de la división existente entre los cristianos, afirma el papa Francisco: “el empeño por una unidad que facilite la acogida de Jesucristo deja de ser mera diplomacia o cumplimiento forzado, para convertirse en camino ineludible de la evangelización” (EG n.246). La búsqueda de la unidad de los cristianos es, ante todo, un anhelo que hay que mantener vivo y una plegaria que es necesario alimentar. Esta búsqueda tiene la mirada fija en Jesús que dio su vida para que hubiera ‘un solo rebaño y un solo pastor’ (Jn 10,16) y que oró: ‘que todos sean uno’ (Jn 17,21). No hemos de olvidar al respecto que la meta es la unidad de la familia cristiana y el camino la oración. En este sentido, coincidiendo con la Semana de Teología, que se celebrará los días 17,18 y 19 de enero a las ocho de la tarde en el Liceo, el día 20 a las ocho de la tarde el Obispo presidirá en la Catedral la Eucaristía con Vísperas, para orar por la unidad de los cristianos porque la Eucaristía es el lugar privilegiado para orar por la unidad de todos los bautizados.

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