Cartas al director

El león ya no duerme esta noche

“Hay más sabiduría escuchando que hablando”  (Proverbio kikuyu, etnia autóctona de Kenia)

Escucho, a través de la lectura de “El sueño de África” de Javier Reverte, palabras en boca de los muchos personajes reales con que se ha encontrado el empedernido viajero que es el autor español. Es un escritor fascinado por aquel continente. Fascinación que transmite al lector. Y confieso que esa fascinación me ha embargado desde hace tiempo. La lectura de la “Trilogía de Africa”, que incluye a la obra citada de Reverte ha sido la confirmación, como, también, su “Trilogía de Centroamérica”, región en la que viví mucho tiempo, y que perdura inamovible en mi memoria. Escucho más que hablo, estando, eso sí, lejos del don otorgable de Minerva.

Y si mi fascinación por aquel continente es grande, mucho mayor es mi preocupación por el problema que padecen sus pueblos que huyen de la pobreza, el hambre, las enfermedades y la guerra. Camino del Ngorongoro, en un kraal (aldea tradicional masai), un aldeano que dice ser católico y llamarse Jacobo saluda al escritor, y le manifiesta: “Tanzania necesita ayuda porque no hay agua, y muchos masais  se están muriendo de hambre. Necesitamos comida, medicinas y gente que venga para ayudarnos a buscar agua. Ustedes saben cómo encontrarla, nosotros no sabemos. Solo queremos ayuda, no dinero; nada más que ayuda”.

Europa al conceder la independencia a sus colonias africanas trazó fronteras artificiales. Dividió mismas etnias en estados diferentes. El principio de divide y vencerás. La paradoja fue que en muchos estados gobernasen etnias minoritarias avasallando a la etnia mayoritaria. Todo un caldo de cultivo para guerras, para provocar la dependencia con las antiguas colonias, que explotan, a cambio, sus riquezas, endeudándolas al máximo, vendiéndoles armas para “estabilizar” la zona  (países de la OTAN, Arabia Saudí, Israel) o cuando no el uso mismo del ejercito de la antigua colonia con el eufemismo de “pacificar” (Francia). ¡Cuánta hipocresía!

Purificación González de la Blanca, del colectivo “Ojos para la Paz”, indaga en las causas que mueven a huir en oleadas a los inmigrantes hacia Europa, que ella denomina “desplazados”. Su texto “¿Por qué huyen los desplazados africanos?” es todo un recital de la implicación de Europa en el subdesarrollo actual de aquel continente. Un texto que recomiendo a memsahib Begoña Gómez, rutilante fichaje por el Africa Center del IE. ¿Cuáles han sido los logros en 10 años de su predecesor IE University? Pues, masivos desplazamientos humanos, más miseria, más deuda pública, y guerras que no cesan. En mi juventud fue todo un éxito la melodía “The lion sleeps tonight” del grupo The Tokens.  Si usted está más ligero de años que yo pudo escucharla en el film de Disney “El rey león” en los 90. Hoy, el león africano no duerme, deambula cansino y  hambriento. Necesita comida. Escuchémosle, y ayudémosle a encontrarla en su dominio territorial, y no a robársela. Su miseria degradante ofende la dignidad humana.