Opinión

El viejo trampolín sobre el Miño

La historia de los saltos que unos aguerridos ourensanos realizaban desde la cepa del puente viejo, ya os la he contado en varias ocasiones, así como el espectáculo que el singular "Toñito Patata" representaba a fin de recaudar fondos para él y los saltadores. Lo que yo no sabía y creo que la mayoría de mis informantes al menos no recordaban, fue la existencia en este año 1936, de la estructura que Foto Villar capto con su cámara.
   Teniendo en cuenta las fechas aproximadas, debió de tratarse de uno de los últimos entretenimientos que tuvieron nuestros abuelos, las risas poco después iban a desaparecer de los rostros ourensanos durante un larguísimo periodo de tiempo.n

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