En La Región del pasado lunes, 23, apareció publicado una interesante información acerca del empleo en la provincia ourensana y en la primera plana dice "que la agricultura es el sector donde más aumentó el empleo en la provincia", "siendo el agro el refugio de parados habiéndose creado 1.400 nuevos trabajos en dos años. Según un representante de Unións Agrarias, "es el empleo lo más seguro y donde acaba todo el mundo".
Por lo que a Ourense respecta no es de extrañar que en la provincia ourensana vuelvan al campo, labor abandonada y de escasa rentabilidad. Hay que tener en cuenta que Ourense no se distingue por su incorporación al proceso industrial a pesar del enorme éxodo de emigrantes que abandonaron el campo y llenaron las arcas de la Caja de Ahorros ourensana. Tal vez faltó la idea, por ejemplo, de crear una planta industrial en la cual los emigrantes retornados pudieran encontrar trabajo a cambio de ser accionistas.
Con todos mis respetos por la alusión de Unións Agrarias de que el empleo en la agricultura "es lo más seguro", algunos pensarán que más seguro, más estable, es ser funcionario. El trabajo en el campo está bajo el riesgo, bajo los avatares de la climatología: la sequía, la helada, la tormenta, son factores que pueden echar por tierra tiempos de árduo trabajo. Desconozco el dato, pero abundan los abogados y escasean los ingenieros agrícolas. ¿Por que será?
