TESTIMONIO

“De estar sanísima pasas a que te tengan que quitar una mama"

AECC
photo_camera Victoria Canosa, usuaria de AECC. (MIGUEL ÁNGEL)

Victoria Canosa comparte su experiencia durante el proceso de curación de su cáncer

En 2016, Victoria Canosa (Ourense, 1968) se notó un bulto extraño en el pecho. Pocos días después, los médicos le diagnosticaron cáncer de mama: "Fue un shock, de estar sana sanísima pasas a que te tengan que quitar una mama". El tratamiento incluía cirugía, quimioterapia y radioterapia. 

La reacción, tal y como ella explica, fue "llorar y llorar" durante días, lo que llama "ventilación emocional". En los primeros días, el apoyo de sus seres queridos fue básico, así como el conocimiento de los pasos a seguir. "Tengo dos niños y quería abordarlo con ellos, que supiesen qué pasaba". Canosa lo afrontó desde la normalización: "Desde el primer momento lo llamé cáncer, entendiendo que no es ninguna vergüenza, también era una forma de visibilizarlo con mis hijos".

Después de la operación, comenzó la quimioterapia: "Tenía un poco de miedo, evidentemente me cayó el pelo, pero tenía claro que no me iba a poner peluca ni nada de eso, llevaba pañuelos y turbantes". Ante todo, quería evitar el "drama", e incluso aprendió a reírse con su familia del "nuevo look". Tras 6 meses comenzó la radioterapia, "un poco estresante porque vas todos los días, pero me sentí muy bien atendida". El tratamiento finalizó correctamente y a día de hoy toma medicación y realiza análisis cada 6 meses. En el proceso, Canosa reivindica la importancia de hablarlo y darle nombre a la enfermedad, al menos en su caso. Su formación profesional como psicóloga la animó a buscar ayuda profesional para digerir el mal trago, y llamó a la puerta de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC)."Aún a día de hoy, no dudo en llamar a Bea -psicóloga- si necesito hablar". 

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