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La falta de agua amenaza otra campaña de recogida de setas en la provincia

photo_camera Un hongo solitario en un bosque de la provincia de Ourense.

Los aficionados calculan que las dos últimas se redujo hasta un 50% la producción en la provincia

Los aficionados a las setas se enfrentan a una nueva campaña -sería la tercera consecutiva- con escasez de hongos y setas, debido a la prolongación del tiempo seco y con elevadas temperaturas, y la escasez de precipitaciones. "Para mediados de semana dicen que entra una borrasca, pero parece que va a afectar sólo al norte de Galicia", apunta José Luis Rico, presidente de la asociación micológica Os Cogordos.

"Llevamos encadenando una serie de otoños muy secos y a duras penas hemos salvado la exposición micológica anual, que suele ser a finales de noviembre", añade. Rico explica, por otra parte, que,"sin embargo, en primavera hicimos unas recogidas muy buenas de cantarellus y boletus, porque hubo lluvias y al empaparse la tierra se produjeron esos brotes", pero entiende que "el otoño es la época por excelencia de las setas".

La razón está en que "buena parte de las setas y hongos que podemos encontrar en la provincia nacen en simbiosis con los árboles". Especies como el roble, cuando llega el otoño ya han soltado su fruto "pero aún les queda esa savia circulando que, al no estar los frutos, es aprovechada por los hongos".

Lo cierto es que "a día de hoy son contados los ejemplares que se pueden encontrar, salvo en algún punto donde las tormentas de septiembre dejaron algo de humedad", señala Rico.

Aunque los expertos remarcan que "setas las hay todo el año", lo cierto es que la temporada reina de su recolección, el otoño, parece que va a repetir el escenario de los dos años anteriores, "en los que, aunque no con cifras exactas, apreciamos un descenso de en torno al 50% en la aparición de ejemplares en nuestros campos", señala Ricardo Mínguez, otro experto con 40 años de experiencia en la recogida de este preciado producto en la provincia. "La repetida falta de lluvia está llevando a una merma importante de setas en otoño, que es su estación".

En cuanto a los ejemplares que más sufren esta situación, "están el cogordo o el boletus", señala Mínguez, que apunta un detalle que da fe del cambio que se está produciendo también en el tradicionalmente inamovible ritmo anual de la micología. "Llevamos un par de años que una variedad como la de la amanita ponderosa, ligada tradicionalmente a la provincia de Huelva, aunque últimamente también se localizaba en Extremadura, ya se encuentra en Ourense", subraya Mínguez.

Es el síntoma de un cambio climático que parece haber llegado para quedarse.

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