LLUVIAS - TIEMPO

La falta de lluvia preocupa a los ganaderos de Valdeorras

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photo_camera Imagen que ofrecía ayer el río Sil, a su paso por la villa barquense.

La escaseza de precipitaciones mantiene a varias localidades con problemas de abastecimiento

La falta de precipitaciones mantiene actividad la prealerta por sequía en la cuenca Miño-Sil. Esta situación, confirmada ayer por la Confederación Hidrográfica, deja abiertos varios frentes en la comarca de Valdeorras. Uno de ellos, en la ganadería. "Hai que empezar a preocuparse. Os gandeiros xa din que a colleita no vai ser a mesma dun ano normal, aínda que chova", explica Pedro Rodríguez Parente, presidente de la Asociación de Gandeiros do Macizo Central.

Además, la escaseza de la agua de lluvia ya ha comenzado a afectar a las captaciones de las traídas. "Estabamos mellor en setembro do ano pasado, despois do verán, que agora", comenta la alcaldesa de A Rúa, María González Albert. "Las captaciones están afectadas por la sequía. Hay muy poquita agua", corrobora su homólogo en Vilamartín, Enrique Álvarez Barreiro.

Si la regidora ruesa confía en que la lluvia resuelva el problema, en Vilamartín, esperan que no se agrave el problema del abastecimiento de Valdegodos, donde el agotamiento de la captación obliga a bombear agua de la traída de la capitalidad municipal. 

Medidas

La Confederación Hidrográfica do Miño-Sil resta alarmismo a la escasez de agua, lo cual no le impide mantener las medidas que establece el Plan Especial de Actuación en Situaciones de Alerta y Eventual sequía. Su creación va acompañada de la constitución de la Oficina Técnica de la Sequía, que realiza un seguimiento de la situación.

El pasado 13 de enero, la entidad que preside Francisco Marín anunció la necesidad de adoptar medidas encaminadas al ahorro del consumo de agua. "Los indicadores no alcanzaron los niveles adecuados".

Las propuestas van desde el ahorro de suministros en usos y destinos no prioritarios, como el riego de jardines o baldeo de calles, hasta la reducción de la presión de la traída durante la noche en las redes de abastecimiento urbanas así como el refuerzo de los controles de calidad del líquido destinado al consumo humano. Estas y otras medidas fueron planteadas a las administraciones, pero también hay consejos para los particulares, a quienes recomienda extremar el cuidado a la hora de abrir el grifo.

Los embalses, entre el 48% y el 95% de su capacidad

Los datos que maneja la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil corroboran la falta de lluvias. En los últimos 30 días del invierno, la estación meteorológica de O Barco registró diez días de precipitaciones mínimas,  oscilando entre los 0,1 milímetros de los días 7 y 8 de marzo y los 6,6 de este mismo mes. Esta falta de agua consiguió que ayer el nivel del Sil fuese de 770 centímetros en un punto barquense, siendo la media del último mes 1,04 metros.

Los embalses de la cuenca Miño-Sil correspondientes a la provincia ourensana también acusan la falta de lluvia. Precisamente, los ubicados en los ríos Sil y Miño, ofrecían los porcentajes de capacidad más elevado, consecuencia de la regulación que las hidroeléctricas hacen de sus caudales.

Los datos que ayer tarde ofreció el organismo de cuenca informaban de que los embalses San Martiño y Santo Estevo, ambos en el Sil, estaban al 94,72 % y 86,53 % de su capacidad, respectivamente. A su vez, en el Miño, Velle, Castrelo y Frieira alcanzaron el 73,73 %, 87,88 % y 88,53 %. El nivel de ocupación del resto de cauces fue muy inferior: As Portas (Camba, 54,53 %), Bao (Bibei 59,23 %). Prada (Xares, 54,46 %), Vilasouto (Mao, 48,47%), Albarellos (Avia, 61,27%), As Conchas (Limia, 53,36 %) y Salas (Salas,48,05 %).

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